La Izquierda Reformista: Socialdemocracia y Estado de Bienestar

El origen marxista del socialismo radical y de la socialdemocracia

Para la izquierda, la desigualdad es resultado de la “explotación” de los trabajadores por los empresarios y eso es básicamente lo que sostenía Marx.

La izquierda radical es la heredera de la corriente bolchevique que, basada en el dogma marxista, propugnaba por la revolución violenta para expropiar a la “burguesía” e instaurar el socialismo de manera inmediata, como sucedió en la Rusia de los zares. De esa manera, pensaban, las ganancias del capitalista serían “socializadas”. No sucedió así y el socialismo real resultó en el mayor fiasco de la historia, ocasionando pobreza, represión y muerte. Lea “Los Fracasos del Socialismo Real”

La izquierda democrática o reformista, también llamada socialdemocracia, es la heredera de la corriente menchevique del Partido Comunista ruso anterior a la revolución de 1917, que buscaba impulsar el socialismo de manera pacífica y gradual, participando en el juego democrático. Pero mientras los bolcheviques siempre siguieron los pasos trazados por Marx en el Manifiesto Comunista, los mencheviques solo estaban siguiendo los pasos de la Sociedad Fabiana.[1]

La izquierda democrática se diferencia de la izquierda radical por el grado de profundidad de las reformas que impulsa o la prisa relativa en ejecutarlas. No puede ser de otra manera si se le pone la etiqueta de democrática, ya que está sujeta a un marco legal que no puede cambiar sin convertirse en izquierda radical o izquierda revolucionaria.

La socialdemocracia reconoce la existencia de la propiedad privada y el mercado como un mal menor, pero hace énfasis en la redistribución del ingreso para reducir la desigualdad a través de programas sociales estatales.

Tal redistribución se hace mediante la coacción del Estado sobre los individuos, a través del sistema de impuestos, lo que implica una violación de la propiedad privada y de la libertad individual, ya que la libertad de hacer uso de los ingresos del trabajo y de las ganancias, resultados del esfuerzo propio, se ve así severamente limitada. Pero esta violación solamente podría ser justificada por los socialdemócratas si su “justeza” tiene como base la creencia en la teoría de la explotación marxista.

Jesús Huerta de Soto, afamado economista español, se refiere a las consecuencias de los errores en la teoría marxista de la explotación.

“La teoría de la explotación también llamada teoría de la plusvalía es una de las teorías con consecuencias históricas modernas más graves. Esa teoría  … ha apadrinado todo el socialismo moderno, desde el más radical o marxista hasta las socialdemocracias más próximas a nosotros. … Pero esta teoría ha sido refutada hace casi 150 años y todavía la gente sigue picando y creyéndola válida.

Qué dice la teoría de la explotación? Dice que todos los bienes económicos son fruto exclusivo el trabajo humano pero que sin embargo los trabajadores no perciben el producto íntegro de su trabajo, sino que debido a una serie de instituciones odiosas, en concreto, la propiedad privada, el contrato de trabajo por cuenta ajena, etcétera, … los trabajadores son explotados por los capitalistas que se apropian una parte importante de dicho trabajo en forma de interés, plusvalía, beneficio empresarial, etcétera. … eso es lo que dice la teoría de la explotación y eso es lo que implícita o explícitamente creen millones de personas, para salir a la calle, vociferar, hacer manifestaciones, votar por partidos políticos supuestamente progresistas; mantener una legislación laboral que condena al desempleo y la pobreza a millones, llevar a cabo políticas demagógicas de todo tipo que condenan a la revolución social y la pobreza a países como Grecia. Lo trágico es que … a pesar de haberse demostrado la absoluta falsedad científica de esta teoría, muchas personas todavía hoy la consideran correcta y consideran que legitiman movimientos políticos y sociales que, como ya he dicho, son enormemente perturbadores. Crítica de la Teoría de la Explotación por el Profesor Huerta de Soto.

Véase “Los errores de la Doctrina Marxista”, donde encontrará las diversas refutaciones a la teoría marxista de la explotación, iniciando con la realizada por Eugen von Bawerk; así como el análisis de los errores de la doctrina social marxista.

Fracasada la teoría de valor trabajo como explicación de la supuesta inmoral explotación de los trabajadores por los capitalistas, con el consecuente llamado a destruir a la burguesía; ahora es sustituida por la supuesta inmoral concentración de la riqueza, con el consecuente llamado a su distribución.

Los socialistas modernos argumentan que hay “explotación” en el mercado y hay economías de escala prácticamente ilimitadas en el sector público. Piensan que las ganancias privadas son inmerecidas y aumentan innecesariamente los costos de bienes y servicios. Las soluciones incluyen sistemas estatales de servicios únicos, prohibiciones de negocios con fines de lucro, precios determinados por el Estado para reemplazar la “anarquía del mercado”, altas tasas impositivas (Marx: “de cada uno según su capacidad”) y políticas públicas que reparten muchos de los bienes y servicios gratuitamente (Marx: “a cada uno según sus necesidades”. Mercados versus socialismo.

La socialdemocracia entonces, al igual que los socialistas, sigue teniendo como principios los dogmas marxistas.

Esto es lo que también se entiende por liberalismo en los Estados Unidos, lo opuesto al conservadurismo en el aspecto moral, y una mezcla de la libertad económica del liberalismo clásico, con elementos de la socialdemocracia en cuanto a políticas redistributivas.[2]

Los socialdemócratas padecen del mismo defecto de los socialistas y comunistas, no entienden que pretender regular la economía solo conduce a su mal funcionamiento. En el afán regulatorio del funcionamiento de la economía, son los herederos de la práctica de la planificación central leninista y de la intervención estatal keynesiana. Propugnan por un Estado grande y todopoderoso que reprime las decisiones de los ciudadanos, sustituyéndolas por las de “sabios” burócratas que toman las decisiones en su lugar.

Según F.A. Hayek, debido a que los precios del mercado revelan información económicamente importante sobre los costos y los deseos del consumidor, las regulaciones y los programas de gasto que distribuyen bienes o servicios a precios por debajo del mercado, como los que son “gratuitos”, tienen una serie de consecuencias no deseadas. Se producirán menos bienes y servicios, y lo que se produce puede asignarse incorrectamente a los consumidores con relativamente poca necesidad. Hayek fue muy enfático en eso:

Para que el hombre no haga más mal que bien en sus esfuerzos por mejorar el orden social, deberá aprender que aquí, como en todos los demás campos donde prevalece la complejidad esencial organizada, no puede adquirir todo el conocimiento que permitirá el dominio de los acontecimientos. … En realidad, el reconocimiento de los límites insuperables de su conocimiento debiera enseñar al estudioso de la sociedad una lección de humildad que lo protegiera en contra de la posibilidad de convertirse en cómplice de la tendencia fatal de los hombres a controlar la sociedad, una tendencia que no sólo los convierte en tiranos de sus semejantes sino que puede llevarlos a destruir una civilización no diseñada por ningún cerebro, alimentada de los esfuerzos libres de millones de individuos”. Friedrich Hayek. La Fatal Arrogancia. Los errores del Socialismo. 1988.

En síntesis, el argumento de Hayek, como el de Mises y demás pensadores de la Escuela Austríaca, es que un grupo de burócratas ingenieros sociales en el Estado, por muy bien intencionados que sean, no podrán superar, interviniendo mediante acciones de política económica, la organización espontánea del mercado, basada en las decisiones individuales de los millones de personas que actúan en él persiguiendo sus propios intereses, sin provocar graves distorsiones que afecten a todos.  Pero para los socialdemócratas y socialistas, los daños provocados no importan, en tanto sirvan a sus objetivos ideológicos, básicamente igualitaristas. El camino al infierno está recubierto de buenas intenciones.

Las diferencias entre derecha e izquierda se reconocen en muchos temas, pero fundamentalmente en el tratamiento de la diversidad y las diferencias individuales versus la igualdad. Tal es el punto de partida de las diferencias fundamentales entre ambas cuando se trata de las visiones antagónicas sobre los individuos, la familia, la propiedad, las ocupaciones, los ingresos, la economía, la naturaleza y la sociedad.

De modo que en relación a tales diferencias de visión, es ilustrador lo que Hans-Hermann Hoppe escribió al respecto.

Cada persona, incluidos los gemelos idénticos, es única, diferente y desigual a todas las demás personas. Todos nacen en un momento y / o lugar diferente. Todos tenemos dos padres biológicos diferentes, mayores y desiguales, un padre masculino y una madre femenina. Cada persona, a lo largo de su vida, se enfrenta y debe actuar en un entorno diferente y desigual con oportunidades y desafíos diferentes y desiguales, y la vida de cada persona, sus logros y sus fallas, sus alegrías y satisfacciones tanto como sus decepciones, dolores y sufrimientos, entonces, es diferente y desigual a la de todos los demás. Además, esta desigualdad natural de todos y cada uno de los seres humanos todavía se amplifica enormemente con el establecimiento de … las sociedades basadas en la división del trabajo.

La izquierda y el socialismo en general siempre se han sentido desconcertados, enfurecidos y escandalizados por esta desigualdad natural del hombre y, en cambio, han propagado y promovido un programa de “igualación” o “igualitarismo”, es decir, de reducción “correctiva”, minimización y en última instancia de eliminación de todas las diferencias y desigualdades humanas. Acertadamente, Murray Rothbard ha identificado este programa como “una revuelta contra la naturaleza”. Sin embargo, a pesar de este veredicto, el apoyo a las ideas igualitarias y sus promotores nunca ha escaseado, ya que en todas partes hay y siempre habrá mucha gente clamando que se han quedado cortos en la vida en comparación con otros.

Por lo tanto, para hacer avanzar su utopía (o más bien distopía) igualitaria, toda característica, condición e institución humana que huela a diferencia y desigualdad, entonces, ha sido atacada por la izquierda a su debido tiempo. Abajo la excelencia humana y todos los rangos de los logros humanos, porque ninguna persona debe ser más excelente que otra. Abajo la propiedad privada, ya que implica la distinción entre lo mío y lo tuyo y, por lo tanto, hace que todos sean desiguales. Abajo todas las diferencias de ingresos. Abajo la familia como ciudadela de la desigualdad, con un padre varón y una madre mujer y sus hijos comunes, jóvenes y dependientes. Abajo en particular los hombres y especialmente los hombres blancos como las personas más desiguales de todas. Abajo el matrimonio por su exclusividad, y abajo la heterosexualidad. Abajo la discriminación y las preferencias individuales de y por una persona sobre otra. Abajo la libre asociación y la disociación. Abajo todos los pactos, y abajo todas y cada una de las fronteras, fortificaciones o muros que separan a una persona de otra. Abajo los contratos privados exclusivos, bilaterales o multilaterales. Abajo los empleadores y propietarios como desiguales y diferentes de los empleados e inquilinos, y abajo la división del trabajo en general. Abajo con la noción bíblica de que el hombre debe gobernar y ser el amo de la naturaleza y estar por encima de todos los animales y plantas, y siempre abajo con todos los que disienten del credo igualitario de izquierda. Hans-Hermann Hoppe en Llewellyn H. Rockwell Jr. Against the Left. 2019.

Las visiones antagónicas sobre igualdad versus desigualdad son entonces la manzana de la discordia entre dos ideologías que dividen a la humanidad.

De la lucha contra la pobreza a la lucha por la igualdad de ingresos

La riqueza generada en tan solo 150 años ha sacado de la pobreza extrema a gran parte de la humanidad. Antes de 1,820 todas las personas eran pobres. Solo una pequeña minoría era rica: los monarcas, nobles, aristócratas y autoridades religiosas. Esa minoría tenía acceso a cosas que a la gran mayoría estaban vedadas.

La desigualdad económica en las sociedades pre modernas era extremadamente alta y la persona promedio vivía en condiciones que hoy llamaríamos pobreza extrema. El gráfico muestra que durante el milenio anterior (del año 1,000 al 2,000), la riqueza creada se mantuvo casi estática durante 800 años. Es después del año 1800 que el crecimiento económico empieza a acelerarse. Pero es a partir de 1900 que crece más rápidamente.

Nunca, en toda la historia de la humanidad, al planeta Tierra había tenido una tasa de pobreza extrema tan baja como la que tenemos en el 2015. La tasa de pobreza extrema mundial se ha dividido por 5 desde 1970 y se ha dividido por 2 desde 1990. Es decir, los objetivos del milenio que pedían que la pobreza se dividiera por dos entre 1990 y 2015 se consiguieron. El éxito fue tan rotundo que a septiembre de 2015, las Naciones Unidas propusieron un nuevo objetivo para la humanidad: erradicar la pobreza extrema en 2030. Xavier Sala i Martin. Economía en Colores (2015)

Es un hecho, como lo demuestran las cifras, que es el crecimiento de las economías lo que ha reducido drásticamente la pobreza en el mundo, independientemente de que las desigualdades de ingreso se mantengan o aumenten. Y eso sucede en cada país de manera diferente. Según el «World Inequality Report 2018» con base a datos de 1980 a 2016. «La mitad más pobre de la población mundial ha visto crecer significativamente sus ingresos gracias al alto crecimiento en Asia. El crecimiento de los ingresos ha sido lento o incluso nulo para las personas entre el 50% inferior global y el 1% superior. [Esto es el 49% que constituye la clase media y media alta] … Desde 1980, la desigualdad de ingresos ha aumentado rápidamente en América del Norte y Asia, ha crecido moderadamente en Europa y se ha estabilizado a un nivel extremadamente alto en Oriente Medio, África subsahariana y Brasil.»[3] Sin embargo, las clases medias norteamericanas y europeas aumentaron sus ingresos en menos de la mitad que en China e India, debido a la globalización, principalmente al movimiento de las inversiones de aquellos países a los últimos.

La percepción de la gente común sobre el capitalismo es entonces menos favorable entre norteamericanos y europeos (y también entre latinoamericanos) que entre los asiáticos orientales, quienes se han beneficiado más del crecimiento económico, el movimiento de capitales, la creación de empleos y el comercio internacional.

El grave error de la izquierda al asumir como cierta la falacia marxista de la explotación y su consecuente ataque a la desigualdad de ingresos como causante de la pobreza, es como hemos visto, refutado por la evidencia estadística de la realidad.

Hoy, el debate se concentra en la desigualdad de ingresos y de riqueza. La izquierda propugna por reducir esa desigualdad, ya que le atribuye ser causa de la pobreza, mientras que la derecha la considera un resultado natural de la dinámica del capitalismo y no causante de pobreza.

La visión de la izquierda es la de suma cero: “un crecimiento más rápido es la única forma efectiva de ayudar a los menos afortunados. La guerra de clases y la redistribución, por el contrario, no son efectivas. Dichas políticas se basan en la falacia de que la economía es un pastel fijo, y los defensores de este punto de vista se fijan en la desigualdad porque creen erróneamente que un ingreso adicional para los ricos significa menos ingresos para los pobres.” Dan Mitchell. One Image that Underscores Why Growth Is the Most Effective Way to Help the Poor.  Sept. 2018.

El enfoque en la desigualdad de ingresos es erróneo, ya que la redistribución reduce la pobreza cuando es vista en un enfoque estático o de corto plazo. Es la repartición de un pastel limitado. Sin embargo, pasa por alto la dimensión temporal, el hecho de que el pastel puede crecer y que lo más importante es que los más pobres puedan consumir cada vez más de ese pastel creciente. La evidencia estadística muestra que el nivel de pobreza mundial se ha reducido desde un 90% hace dos siglos a un 10% actualmente (Banco Mundial), no precisamente por aplicar políticas de redistribución del ingreso, sino por el crecimiento de las economías.

De ahí que la bandera de la lucha contra la pobreza haya perdido atractivo para los socialdemócratas y para la izquierda en general, por lo que la nueva bandera a levantar es la de la desigualdad.

Por ejemplo, tenemos la versión 2.0 de El Capital de Marx, El Capital en el siglo XXI de Thomas Piketty. que ha tenido una amplia difusión mundial, con sus predicciones de un futuro de alta concentración de la riqueza y sus recomendaciones de política, que incluyen un impuesto mundial al capital y una alta tasa de impuesto sobre la renta.[4]

A diferencia de Marx, Piketty no aboga por eliminar a los capitalistas, sino por confiscar la mayor parte de sus ganancias. Para la izquierda, provee la justificación teórica actualizada para su lucha contra el capitalismo. Pero no hay tal justificación teórica, pues su propuesta, puramente ideológica, es absurda y carece de todo sentido práctico y aún en el hipotético caso de que fuera realizable, tendría desastrosas consecuencias para todos.[5]

Pero además, obvia otro hecho elemental. La desigualdad es la manifestación de la acumulación de activos por las empresas. Tal acumulación es resultado del proceso de inversión continua a que se ven obligadas las empresas para introducir innovaciones tecnológicas, ampliar su producción y llegar a más consumidores. En ese proceso, las empresas crecen. Las que se estancan, apenas sobreviven o mueren debido a la competencia.

Ninguna economía puede crecer y desarrollarse sino crecen también las empresas, la unidad básica de toda economía. La concentración del capital es consecuencia del aumento de tamaño de las empresas. Las empresas aumentan de tamaño al producir más, reducir costos y precios a través de la expansión de sus economías de escala e innovando y mejorando la calidad para atender las necesidades cambiantes de más consumidores. Por tanto, en este proceso, generan desigualdad de ingresos y de riqueza, al mismo tiempo que contribuyen a reducir la pobreza.

Mientras tanto, las pequeñas y medianas empresas sirven mercados locales con bienes y servicios también necesarios y muchas también son parte de las cadenas internacionales de suministro.  La desigualdad de tamaños de las empresas no es un problema, cada una tiene un papel en el engranaje económico y en conjunto crean la riqueza e impulsan el desarrollo económico.  ¿Por qué entonces habría de ser un problema la desigualdad de ingresos o de riqueza?

La dinámica del capitalismo es la continua creación de riqueza, impulsada por la innovación. La obtención de ganancias es el indicador de que una empresa está realmente satisfaciendo las necesidades de los consumidores. Las que no lo hacen tienen pérdidas y desaparecen. La desigualdad de ingresos es consecuencia natural de la actividad empresarial. La acumulación continua de ganancias conduce a la inversión y la concentración de capital, resultando desigualdad de riqueza acumulada, pero al mismo tiempo, es la fuente de la inversión, de nuevos y más variados bienes y servicios, más baratos y de mejor calidad y también la fuente de mejores salarios.

La acumulación de capital implica desigualdad, pero también es la única manera de elevar el nivel de vida de todos, como lo expresó Mises hace más de 70 años:

“El principio fundamental de aquellos economistas verdaderamente liberales que hoy en día son generalmente abusados como ortodoxos, reaccionarios y realistas económicos, es este: no hay medios para elevar el nivel de vida general que no sea acelerar el aumento del capital en comparación con la población. Todo lo que el buen gobierno puede hacer para mejorar el bienestar material de las masas es establecer y preservar un entorno institucional en el que no haya obstáculos para la acumulación progresiva de nuevo capital y su utilización para la mejora de los métodos técnicos de producción. El único medio para aumentar el bienestar de una nación es aumentar y mejorar la producción de productos.

…No hay medios para elevar la altura de las tasas salariales y el nivel de vida general más que acelerando el aumento de capital en comparación con la población. El único medio para aumentar las tasas salariales de forma permanente para todos aquellos que buscan trabajo y ansiosos por ganar salarios es aumentar la productividad del esfuerzo industrial al aumentar la cuota per cápita de capital invertido.

…La filosofía que subyace al sistema de impuestos progresivos es que los ingresos y la riqueza de las clases acomodadas se pueden aprovechar libremente. Lo que los defensores de estas tasas impositivas no se dan cuenta es que la mayor parte de los ingresos gravados no se habrían consumido, sino ahorrado e invertido. De hecho, esta política fiscal no solo evita la acumulación adicional de nuevo capital. Provoca la desacumulación de capital.»  Ludwig von Mises. Planning for Freedom. 1952, 1974, 2017.

La riqueza no está almacenada en una bóveda de Rico McPato, está en forma de activos de empresas. No se puede redistribuir sin destruir el tejido económico.

Intentar reducir la desigualdad de riqueza solo sirve para apaciguar el sentimiento de envidia de los que propugnan por reducirla. No sirve para sacar a las personas de la pobreza.

En toda economía, algunas personas se enriquecen más rápido que otras, pero eso no tiene nada de malo, si las personas se ganan el dinero con honestidad. Bueno, a menos que usted sea marxista y crea que toda ganancia, por honesta que sea su procedencia, proviene de la explotación de otros.

Es preciso diferenciar la acumulación de riqueza en función de su origen legítimo o ilegítimo. Es saludable para la economía y la sociedad acabar con la apropiación ilegítima de ganancias obtenidas mediante la corrupción..

Es lo que se ha dado en llamar el “capitalismo de compadres o compinches” en el que las élites en el poder están coludidas con la oligarquía local para extraer las rentas derivadas de las prácticas corruptas, las que no pueden obtener participando en el libre juego de la competencia en el mercado, perjudicando así a otros competidores y a los consumidores en general. Esta forma de capitalismo corrupto es fuente de ingresos y riquezas de origen ilegítimo, cuya concentración conduce a una desigualdad moralmente repudiable, pero también reduce la competencia justa, disuade la inversión y estanca el crecimiento económico, necesario para reducir la pobreza.[6]

En su estudio de mercados y corrupción, Jason Brennan y Peter Jaworski de la Universidad de Georgetown concluyeron (Riddle, 2019):  «La política corrompe los mercados. Cuanto más politizada se vuelve una economía, más actores privados intentan manipular las regulaciones y la ley para engañar a los consumidores y competidores. En lugar de tratar de mantener el mercado desagradable lejos de la política prístina, deberíamos tratar de mantener la política sucia lejos del mercado.» También se refiere al tema de la corrupción en la distorsión de los mercados y su relación con el aumento de la desigualdad:[7]

Lea La desigualdad generada por acumulación legítima conduce al progreso para todos para revisar los argumentos que sustentan lo antes mencionado.

La socialdemocracia impulsa políticas públicas que implican una mayor intervención del Estado en la economía y la sociedad, la regulación del mercado, la redistribución del ingreso mediante subsidios y provisión de servicios estatales, financiados con altos impuestos a las empresas y personas de mayores ingresos.

Los socialdemócratas pretenden “transformar” el capitalismo de libre mercado otorgando más poder al Estado para redistribuir la riqueza que producen los empresarios y conseguir una mayor igualdad de ingresos en la sociedad, manteniendo la mayor parte de la propiedad privada de los medios de producción, pero confiscando una mayor proporción de los ingresos generados, que son, por definición, propiedad de quienes los generan. Redistribuyen, por tanto, la propiedad.

Al mismo tiempo, el carácter coactivo de la tributación, aceptada también por el liberalismo clásico, pero con límites, es llevado a un mayor grado. El dilema que enfrentan los socialdemócratas y socialistas democráticos es que se ven impedidos de lograr su objetivo de igualdad de ingresos mientras sigan respetando el sistema de propiedad privada, debido a que la tributación tiene un límite objetivo, más allá del cual causa un efecto negativo en la recaudación de impuestos, ya que disuade la inversión e incentiva la evasión. Pasado ese límite, se está matando a la gallina de los huevos de oro. La curva de Laffer ilustra esa realidad.

Sin embargo, la mayoría de la gente no está al tanto de estos hechos, no están al tanto de que hay un límite a la tasa impositiva pasado el cual la recaudación disminuye, fomentando la evasión fiscal, la reducción de la inversión, de la producción y de la oferta de bienes y servicios; no están al tanto de que una parte de las recaudaciones es capturada por la corrupción o gastada ineficientemente; no están al tanto de que existen prioridades para atender las necesidades de grupos, que son precisamente aquellos que no tienen voz ni capacidad de lobby, y tampoco están al tanto de que también hay un límite a los gastos gubernamentales, pasados los cuales resulta la inflación y la anulación real de los beneficios.

De esta ignorancia se aprovechan los políticos populistas para atraer a las masas de votantes prometiendo darles lo que demandan, conduciendo así a los países al camino del despeñadero económico y social. Esa ha sido una de las debilidades de la democracia, en la que las mayorías, por cierto no bien informadas, votan y deciden.

Lea más sobre este tema en “Desigualdad y Desarrollo Económico: Por qué la desigualdad es necesaria para reducir la pobreza”

El Estado de Bienestar

La explicación más convincente del marcado cambio en la suerte de los pobres es que continuaron respondiendo, como siempre lo habían hecho, al mundo tal como lo encontraron, pero que nosotros, es decir, los no pobres y los desfavorecidos, habíamos cambiado las reglas de su mundo. No de nuestro mundo, solo el de ellos. El primer efecto de las nuevas reglas fue hacer rentable para los pobres comportarse a corto plazo de maneras destructivas a largo plazo. Su segundo efecto fue enmascarar estas pérdidas a largo plazo: subsidiar errores irreparables. Intentamos proporcionar más a los pobres y, en cambio, producimos más pobres. Intentamos eliminar las barreras para escapar de la pobreza y sin darnos cuenta construimos una trampa. (Charles Murray, Losing Ground, pág.9) citado en: The Perverse Effects of Welfare State. Scott Beaulier and Bryan Caplan. 2007.

En las democracias, la presión que la mayoría, los que están en los niveles bajos de ingresos, ejercen sobre los gobiernos, termina por hacer muy necesario el análisis de cuál es el balance óptimo entre crecimiento económico y desigualdad.

En el título de su célebre libro de 1975, Arthur Okun nos dijo que el «gran balance» que enfrenta la sociedad es entre igualdad y eficiencia. Podemos usar el sistema del gobierno, los impuestos y las transferencias para trasladar los ingresos de los ricos a los pobres, pero ese sistema es un «cubo con fugas». Parte del dinero se pierde a medida que se mueve. Esta filtración no debería impedirnos tratar de redistribuir, argumentó Okun, porque valoramos la igualdad. Pero debido a que también nos preocupa la eficiencia, la filtración nos detendrá antes de igualar completamente los recursos económicos. N. Gregory Mankiw. Defending the One Percent. 2013.

La ineficiencia del Estado es histórica. Hay Estados más eficientes que otros en el manejo de los recursos. Eso depende en buena parte de la cultura. de cada país. Las evidencias de que el Estado en América Latina es un gran despilfarrador de recursos salieron a luz con la publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de su informe insignia  “Mejor Gasto para Mejores Vidas. Cómo América Latina y el Caribe puede hacer más con menos” (2018) que muestra que cada año, la ineficiencia en el gasto de los Gobiernos de América Latina y el Caribe genera un despilfarro total de 220.000 millones de dólares, el equivalente a un 4,4% del PIB. «Esa cifra, bien invertida, sería suficiente para acabar con la pobreza extrema en la región» asegura Alejandro Izquierdo, economista jefe del BID.

Para ampliación sobre este tema ver: El Estado, un problema o solución?

Lamentablemente, se confirma el refrán popular que reza “lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta”, lo que también puede ilustrarse en la siguiente imagen.

Como demostró el economista ganador del Premio Nobel Milton Friedman con su ilustración de “cuatro formas de gastar el dinero” los consumidores en el sistema de mercado gastan su propio dinero y, por lo tanto, tienen más cuidado en cuánto gastar y en qué se gasta el dinero. En la medida en que también usan lo que compraron (la esquina superior izquierda en la imagen) también son más exigentes, para que los artículos comprados sean de buen valor. Recopilarán y considerarán información que ayude a comparar los valores de diferentes opciones.

La esquina superior derecha de la imagen muestra el caso de gastar el dinero propio en otra persona (para la familia, dependientes o regalos a amigos), lo que introduce ineficiencias porque el receptor puede asignar un valor menor al gasto. La ineficacia de la esquina inferior izquierda se ejemplifica en el mayor gasto que se produce cuando se gasta en uno mismo utilizando el dinero de otras personas, como ocurre con los viajes a cuenta del empleador o el entretenimiento totalmente reembolsados. La categoría inferior derecha es la que se aplica a los empleados del gobierno que gastan los ingresos fiscales en los beneficiarios de programas estatales; no solo existe una tendencia a gastar en exceso el dinero de otras personas, sino que el gasto puede tener poco valor desde la perspectiva de los beneficiarios del programa.[8]  Mercados versus socialismo.

Además de la filtración y la ineficiencia del gasto estatal, los subsidios permanentes pueden tener un efecto perverso en los beneficiarios de los mismos, actuando como un desincentivo del esfuerzo individual para procurarse ingresos, reforzando y prolongando la dependencia de vivir de lo que el Estado ofrece, fomentando la mentalidad del “free rider” y la creencia en “derechos” que no pueden satisfacerse sino es mediante la exacción de recursos a otros.

Una crítica recurrente del estado del bienestar es que daña perversamente a las mismas personas a las que pretende ayudar[9]. Dar dinero a los pobres reduce sus incentivos para ingresar a la fuerza laboral, adquirir experiencia y eventualmente unirse a la clase media. Brindar asistencia social a los niños nacidos fuera del matrimonio fomenta el embarazo en la adolescencia y desalienta el matrimonio, dos serios impedimentos para escapar de la pobreza (Herrnstein y Murray 1994, Murray 1984). Como dice sucintamente Murray Rothbard, “La fácil disponibilidad del cheque de bienestar obviamente promueve la mentalidad presente, la falta de voluntad para trabajar y la irresponsabilidad entre los destinatarios, perpetuando así el círculo vicioso de pobreza-bienestar” (1978, p. 154). ).

Existe una queja paralela sobre la acción afirmativa en la educación superior.[10]

Los efectos perversos que con frecuencia se atribuyen al estado de bienestar son fáciles de interpretar desde una perspectiva conductual. Si las personas sobreestiman la magnitud de los beneficios inmediatos en relación con los más distantes, en realidad, en la red, puede dañarlos ofreciéndoles beneficios inmediatos adicionales. Ya tienden a invertir menos. Hacer su presente más habitable con regalos en efectivo solo amplifica esta tendencia. De manera similar, si las personas sobrestiman sistemáticamente sus propias habilidades, fácilmente podría dañar a un estudiante admitiéndolo en un programa para el cual no está calificado. Cegado por el exceso de confianza, es probable que seleccione la mejor escuela que lo acepte, sin considerar apenas el posibilidad de que esté fuera de su liga.

Como explica Tyler Cowen, la “crítica conservadora tradicional del estado de bienestar … implica una tensión analítica”. En la mayoría de los asuntos, los conservadores y libertarios argumentan desde las teorías económicas neoclásicas y de la escuela de Chicago. En estos enfoques, un regalo en efectivo siempre mejora la situación de las personas, como lo demuestra la demostración en el aula de cómo tales regalos desplazan a las personas hacia ‘curvas de indiferencia más altas’. Esta es una lección básica de cualquier curso intermedio de microeconomía, independientemente de la persuasión política del instructor. (2002, pág.39), … Lo mismo ocurre con cualquier programa gubernamental que amplíe el conjunto de oportunidades de los pobres.)

Obtener ingresos adicionales requiere sacrificios (pérdida de tiempo libre, reubicación en un área con trabajo mejor pagado, capacitación, horarios inconvenientes, etc.), y la gente evalúa si los ingresos netos obtenidos son suficientes para justificar los sacrificios. Las elevadas tasas impositivas inclinan fundamentalmente esta compensación a favor de preferir contar con menos ingresos. Mercados versus socialismo.

En este artículo, Dan Mitchel explica cómo el estado de bienestar castiga tanto a los pobres como a los ricos en los Estados Unidos.

Los ricos se ven perjudicados por razones obvias. Son golpeados con tasas oficiales más altas, y también los más afectados por la doble imposición (las capas adicionales de impuestos sobre el ahorro y la inversión resultante de los impuestos a las ganancias de capital impuestos dobles en dividendosimpuestos sobre la muerte, etc.).

Pero también señalé que se penaliza a los pobres porque quedan atrapados en la dependencia.

En gran parte, esto se debe a que enfrentan malos incentivos cuando trabajan e intentan ser autosuficientes. No solo se ven afectados por los impuestos federales y estatales, sino que también pueden perder el acceso a varios programas de redistribución. Y la combinación de esos dos factores puede producir tasas impositivas marginales implícitas muy altas.

Me citó un ejemplo sorprendente de este fenómeno en 2012, que demuestra que para una madre soltera en Pennsylvania estaría mejor ganar $ 29.000 en lugar de $ 57,000. En otras palabras, su tasa impositiva marginal implícita sobre $ 28,000 adicionales sería del 100 por ciento (cumpliendo así el odioso sueño de FDR, aunque contra un grupo diferente de víctimas).

¿Qué tan generalizado es este problema? Un nuevo estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica nos da la respuesta. … estima tasas impositivas marginales implícitas para varios segmentos de la población.

En pocas palabras, cuando las personas son castigadas por participar en un comportamiento económico productivo, responden reduciendo su trabajo, sus ahorros, sus inversiones y su espíritu empresarial.

La conclusión es que el estado de bienestar es una mala noticia tanto para los contribuyentes como para los beneficiarios. Todo lo cual puede ayudar a explicar por qué la tasa de pobreza dejó de caer una vez que el gobierno declaró una “guerra contra la pobreza”. Dan Mitchell. The Welfare State Penalizes the Poor with High Marginal Tax Rates [11]

Se aduce que el Welfare State (Estado de Bienestar) con sus generosas políticas sociales ha producido desarrollo económico y disminuido considerablemente las desigualdades de ingresos. Lo último es discutiblemente cierto, pero lo primero es falso.

En los países donde se ha impulsado, -y hay que hacer notar que no solamente en los países nórdicos, sino que también en otros países europeos, además de Canadá, Japón, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda- no hubo ningún Estado de Bienestar durante el tiempo que tardaron para desarrollarse y no es sino después, cuando las empresas privadas y la economía de mercado hubieron alcanzado mayor productividad y creado suficiente riqueza, cuando sus gobiernos tuvieron los suficientes ingresos para empezar casi todos sus programas sociales.

Muchos confunden la intervención gubernamental en algunos aspectos económicos y sociales con un sistema económico socialista. De modo que no es difícil encontrar publicaciones refiriéndose al “socialismo” de los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) y su éxito en el desarrollo económico. Absolutamente falso, todos ellos tienen un sistema capitalista, hay unas pocas empresas estatales y todas las demás son privadas. El Primer Ministro danés, Lars Løkke Rasmussen tuvo que salir al paso de menciones de un candidato presidencial en un debate público en Estados Unidos sobre el supuesto socialismo de los países nórdicos.

A menudo se destaca a los países nórdicos por tener políticas supuestamente socialistas y resultados económicos admirables. Pero la realidad, según los hechos, es diferente.

“Al combinar los gobiernos estatales, locales y centrales, el gasto público es aproximadamente la mitad del PIB en los países nórdicos, en comparación con el 38% del PIB en los Estados Unidos (OCDE 2018b). Sin embargo, los países nórdicos hoy en día son poco socialistas, porque tienen impuestos corporativos bajos a nivel internacional, tienen una baja regulación de las empresas, permiten que el sector privado participe en la provisión de educación primaria y secundaria, vinculan los beneficios sociales completos con tener un historial laboral, y requieren costos compartidos para la atención médica en el momento del servicio. Aunque estos países tienen seguro médico de cobertura universal, no imponen un solo pagador a toda la nación, a pesar de ser países más homogéneos que los Estados Unidos (Anell, Glenngård y Merkur 2012; Vuorenkoski, Mladovsky y Mossialos 2008; Olejaz et al.2012; Ringard et al.2013; Sigurgeirsdóttir, Waagfjörð y Maresso 2014).

Encontramos que hoy en día, las tasas impositivas marginales de los países nórdicos sobre la renta del trabajo no están de hecho muy por encima de las de EE. UU., una vez que se consideran los impuestos implícitos sobre el empleo y la renta. Los niveles de vida de los países nórdicos siguen siendo al menos un 15 por ciento más bajos que los de EE. UU., en gran parte porque la gente trabaja menos. Los beneficios privados y sociales de una educación universitaria son más altos en los Estados Unidos, aunque la educación universitaria es al menos igual de común aquí. Estos resultados son consistentes con la idea económica básica de que la redistribución y los sistemas de pagador único tienen costos significativos en términos de reducción de los ingresos nacionales.

Los propios países nórdicos reconocieron el daño económico de las altas tasas impositivas en relación con la creación y retención de empresas y la motivación del esfuerzo laboral, por lo que sus tasas impositivas marginales sobre la renta personal y corporativa han caído 20 o 30 puntos, o más, de sus picos en las décadas de 1970 y 1980 (Stenkula, Johansson y Du Rietz 2014). Mercados versus socialismo.

La conveniente idea que nunca muere

Como hemos visto anteriormente, la izquierda, la socialdemocracia y los socialistas ya no pueden argumentar que el capitalismo, la economía de mercado y la libertad económica son incapaces de reducir la pobreza. La base teórica marxista que predecía que la “explotación” de los trabajadores el capitalismo aumentaría, no reduciría la pobreza, se desinfló ante la realidad.

Como la evidencia demostró que la pobreza se redujo a causa del crecimiento económico, la nueva bandera pasó a ser la lucha contra la desigualdad de ingresos. Sin embargo, la base teórica marxista es la misma, la “explotación” de los trabajadores causa la desigualdad.

Sin embargo, como vimos también anteriormente, esa falacia teórica no se sostiene ante la evidencia. La desigualdad de ingresos es producto del crecimiento y la acumulación de capital en el tiempo, no de que unos están quitando a otros parte del pastel que les corresponde en una economía estática. La desigualdad de ingresos va acompañada de aumento de ingresos para todos.

Aun así, no faltan intelectuales que, por motivos ideológicos, persistan en ofrecer sustentos teóricos para los políticos y activistas de la izquierda, la socialdemocracia y los socialistas, que son tomados por estos como dogma sin más análisis. También vimos anteriormente que son una estafa.

Solamente se me ocurre pensar en algunas razones que podrían tener para persistir en esas ideas, a pesar de que la realidad ha demostrado que son contraproducentes.

Una es la que manifiesta Kristian Niemietz en su libro “Socialismo: la idea fallida que nunca muere“: “Tan pronto como se confronta a los socialistas con ejemplos de experimentos fallidos, siempre ofrecen la siguiente respuesta: “¡Estos ejemplos no prueban nada en absoluto! De hecho, ninguno de estos son verdaderos modelos socialistas””.  Siempre están pensando que, con su novedoso modelo, esta vez será diferente. Utopías futurísticas.

La otra es que la teoría marxista de la explotación, por su simplicidad explicativa, aunque falsa, de las diferencias de ingresos entre las personas, resulta muy fácil de creer para las amplias masas, nunca expuestas a las argumentaciones que se han hecho en su contra, y aún para los intelectuales que han sido adoctrinados por tantos años en la misma. También, en ambos casos y para muchos, la teoría se ha convertido en dogma de fe, similar al de una religión.

Por otra parte, la corta memoria histórica, no transmitida eficientemente de una a otra generación, ha actuado en favor de los renovados intentos de la izquierda por captar el apoyo de las masas. En sus conferencias sobre la filosofía de la historia, el filósofo alemán Hegel observó: “Pero lo que la experiencia y la historia enseñan es esto: que los pueblos y los gobiernos nunca han aprendido nada de la historia, ni han actuado según principios deducidos de ella.”

La otra es que existen innegables diferencias naturales entre las personas, independientemente del país y del sistema político, económico y social donde vivan. En cualquier parte, habrán personas que explotando sus cualidades tendrán más éxito en la vida que otras. Como dice Hoppe: “en todas partes hay y siempre habrá mucha gente clamando que se han quedado cortos en la vida en comparación con otros.”  De ahí que hay personas, que son las menos, las que logran alcanzar una posición de holgura económica o hasta de poseer mucha riqueza. Otras, la gran mayoría, no lo logra por diversas circunstancias. Su reacción para con las primeras puede ser diversa, desde la admiración, hasta la envidia y el odio.

Las primeras se convierten en las proveedoras y protectoras de las otras, que se convierten en dependientes de las primeras. Las primeras pueden vivir más independientes, no necesitan tanto de las segundas pues hay muchas. Las segundas no pueden vivir sin las primeras, pues dependen de ellas. Esa situación marca la manera en que las personas se comportan en los diferentes momentos de su vida, situación que también puede cambiar a lo largo del tiempo. Por tanto, a las personas que se sienten que dependen de otras, les conviene la colectividad, no la individualidad. Las primeras abogarán por preservar la desigualdad, las segundas por promover la igualdad. Todo es un asunto relacionado a lo que conviene al interés propio, natural al ser humano.

Pero cualquiera que sea la explicación, y de hecho cada una puede ser parte de la explicación, el hecho es que los socialdemócratas, los socialistas y la izquierda en general, abogan por la igualdad de ingresos y son fervientes partidarias de un Estado grande que efectúe su redistribución, aplicando altas tasas de impuestos a los empresarios, los trabajadores y los consumidores, cercenando de manera coactiva el derecho a gozar de los frutos del esfuerzo propio, que es propiedad privada, limitando también de esa manera la libertad individual.

La evidencia demuestra que las altas cargas impositivas desalientan la inversión pues acaban matando “la gallina de los huevos de oro” al disuadir el ahorro, la inversión y la motivación por generar ingresos, tanto entre empresarios, como entre trabajadores. El resultado es siempre menos producción, menos empleo y más pobreza.

Cuando los impuestos son insuficientes, el Estado echará mano del recurso a endeudar a la presente y futuras generaciones para cubrir los crecientes gastos estatales.

La evidencia también demuestra que esa exacción impositiva o la deuda adquirida, es administrada ineficientemente por la burocracia estatal, en base al principio de que gastar el dinero de otros para beneficiar a otros es la peor de las cuatro formas posibles de usar el dinero.

Otra evidencia demostrada es que, además de la ineficiencia administrativa, una parte importante de los impuestos son malversados o robados, principalmente en países con alto nivel de corrupción e impunidad.

Otra evidencia del derroche e inequidad de un Estado grande que dispone de cuantiosos ingresos fiscales es que parte son usados en programas y subsidios indiscriminados que no se enfocan en ayudar a aquellos que realmente necesitan, como los niños, discapacitados y ancianos y que benefician a adultos sanos con capacidad de trabajar, que acaban promoviendo la dependencia de las personas de la ayuda estatal y perjudicando la actividad productiva.

A pesar de todas esas evidencias, la izquierda, la socialdemocracia y los socialistas, apartan la vista para negarlas sin aportar evidencias en contra, ya que esa realidad no coincide con sus creencias ideológicas de los males de la sociedad son causados por la “explotación”.

La alternativa e Ideas para el futuro

La alternativa a las políticas socialistas, socialdemócratas y en general, de la izquierda, es un Estado reducido al mínimo de las funciones estrictamente necesarias. De esa manera, se reduce el incentivo perverso para vivir de lo que el Estado puede ofrecer, incentivando la motivación por obtener ingresos en la economía privada. Se reduce la cantidad de fondos manejados por la burocracia, el despilfarro, la filtración y la corrupción. Y también muy importante, se reduce la posibilidad de que políticos populistas tomen el poder.

Una carga impositiva moderada para financiar un Estado limitado, deja en los bolsillos de empresarios y consumidores más dinero para usarlo en las necesidades que estos juzguen más convenientes a sus intereses personales. Deja más dinero disponible para ahorrar e invertir, impulsando mayor producción de riqueza y por supuesto, más dinero para consumir, aumentando la demanda y como efecto, la oferta de bienes y servicios. Esto produce un círculo virtuoso de crecimiento económico sostenido que reduce la pobreza y eleva el nivel de vida de la población.

Un Estado limitado debe concentrarse en financiar programas sociales enfocados a los más desfavorecidos, como educación pertinente, especialmente para niños y jóvenes en la educación básica, media y superior. También proveer alimentación en la etapa temprana a niños de escasos recursos. Es la mejor inversión que la sociedad puede hacer para que estos se puedan incorporar posteriormente a la generación de riqueza para todos.

Dada la singular importancia de la educación para el futuro de la sociedad, el Estado debe enfocarse en promover la educación en valores morales y éticos orientados al progreso, desterrando de ella las teorías que promueven el victimismo, el odio, la violencia y la confrontación en la sociedad. El marxismo, por tanto, debe ser desterrado de la educación y por el contrario, se debe preservar la memoria histórica de los fracasos y crímenes que se cometieron en su nombre.

Una educación que promueve el progreso debe cultivar el razonamiento lógico, la experimentación y la práctica, fomentar la creatividad y la innovación, fomentar el emprendimiento en la creación de negocios y desterrar el énfasis actual en la preparación de empleados que luego salen a buscar un puesto de trabajo ofrecido por otro.

De la misma manera, enfocarse en servicios de salud enfocados estrictamente en las personas pobres, discapacitadas y ancianas sin ingresos.

Un Estado limitado debe eliminar todo tipo de subsidios generalizados que son aprovechados tanto por pobres como ricos. Igualmente, debe eliminar todo subsidio que promueva un efecto perverso en las decisiones de trabajo.

Un Estado limitado debe abolir las fuerzas armadas, un enorme lastre improductivo para la sociedad, y limitarse a ofrecer seguridad pública y justicia independiente.

Un Estado limitado debe eliminar y reducir el número y costo de las regulaciones que encarecen la producción de bienes y servicios. Eliminar, reducir y facilitar trámites gubernamentales que se exigen a las personas. La tecnología digital es un aliado para eso.

Estas son algunas ideas básicas, muy lejos de ser exhaustivas, para lo que harían falta muchos párrafos más.  Hay otros temas, ni siquiera mencionados, como infraestructura y servicios relacionados, comercio exterior e interior, política agropecuaria e industrial, política salarial, seguridad social, etc.  Todo eso requiere un tratamiento que escapa a las limitaciones del tema de este breve ensayo.

Arturo J. Solórzano Arce
Septiembre de 2020

Información relacionada:
1. ¿Por qué la SOCIALDEMOCRACIA está en CRISIS en EUROPA?

 


Notas

[1] Llewellyn H. Rockwell Jr., The Left, the Right, and the State. 2008. Fundada el año de la muerte de Marx [1883] para promover sus ideas a través del gradualismo, la Sociedad Fabiana buscaba “hacer un panal” de la sociedad, como dijo Fabian Margaret Cole, con medidas socialistas encubiertas. Al pasar por alto [ocultar] sus objetivos, la Sociedad Fabiana esperaba evitar galvanizar a los enemigos del socialismo.

…originaron, promovieron y dirigieron en el parlamento la mayor parte de la política social británica …[durante] 80 años. El resultado fue una economía y una sociedad destrozadas, hasta que Margaret Thatcher comenzó a desfabianizar Inglaterra [1980].

Los fabianos lograron su objetivo de establecer el “estado proveedor”, un estado de bienestar que se preocuparía no solo por los pobres, sino también por la clase media, desde la cuna hasta la tumba.

Ya sea la compensación de los trabajadores, las pensiones de vejez, las prestaciones por desempleo o la medicina socializada, los fabianos siempre enfatizaron la “reforma social”, señaló John T. Flynn. Ellos vieron temprano el inmenso valor de la reforma social para acostumbrar a los ciudadanos a mirar al Estado para aliviar todos sus males. Vieron que la agitación por el bienestar podría convertirse en el vehículo para importar ideas socialistas en la mente del hombre común.

[2] Scott Sumner. The Great Danes: Cultural Values and Neoliberal Reforms, 2008. “Cuando se trata de cuestiones económicas de pobreza y desigualdad, los conservadores se centran en la obligación ética de los ricos de ayudar a los “pobres que lo merecen”. Los liberales se centran en la obligación de la sociedad en su conjunto de mejorar la vida de todos los pobres, una postura fácil de justificar sobre bases utilitarias, al menos en principio. Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, la opinión liberal favoreció cada vez más varios tipos de programas de bienestar social, que se consideraba que reducían la desigualdad económica.”

[3] El informe abunda en datos y gráficos que miden el progreso del ingreso según estratos de ingresos por regiones y países. En resumen, se deduce que (1) el ingreso real ha aumentado a nivel mundial; (2) el 50% de menores ingresos ha tenido un aumento real a una tasa mayor que el 10% de más altos ingresos y sustancialmente mayor al 40% de ingresos medios; (3) la brecha de ingresos entre el 50% inferior y el 10% inferior se ha reducido; (4) los mayores aumentos de ingreso se concentran en Asia Oriental y algunos otros países no desarrollados.

Usando las variaciones de ingreso del World Inequality Report 2018 y aplicándolas a un ingreso promedio mundial de $10,000 en 1980 para ejemplificar qué ha pasado con la brecha entre altos y bajos ingresos, resulta que la brecha de ingresos se ha reducido de 6.1 a 5.4 veces.

[4] La propuesta propone un impuesto del 90% sobre el patrimonio de los más ricos para conformar un fondo de capital universal que daría a cada persona 120,000 euros al cumplir los 25 años.

[5] Una vez repartida la riqueza de los multimillonarios, esta se gastaría principalmente en consumo. Por un tiempo el aumento del consumo podría aumentar la producción, pero una vez agotado, las nuevas inversiones caerían estrepitosamente en el mundo y las economías se derrumbarían, incrementando el desempleo y la pobreza.

Aun suponiendo que no pasaría nada, hay otro pequeño detalle, una verdad del tamaño de un elefante. Toda economía tiene una relación determinada entre el stock de bienes de capital y el de bienes de consumo que esos bienes de capital pueden producir. Si por efecto de la desafortunada propuesta mencionada estamos reduciendo el stock de bienes de capital al confiscar la riqueza invertida, el resultado será menos bienes de consumo disponibles, no más. Menos capital invertido significa menos producción. Y ya sabemos qué resulta de una demanda incrementada versus menor disponibilidad de bienes en el mercado: inflación, que al final convertirá los 120.000 euros en cero euros en muy poco tiempo. El balance final será cero aumento en el consumo de las personas y destrucción de la capacidad productiva, que en el mediano plazo significa aumentar el nivel general de pobreza.

[6] El capitalismo no ha surgido y no ha funcionado de manera similar en todas partes que ha echado raíces. William J. Baumol, Robert E. Litan, And Carl J. Schramm en su libro Good Capitalism, Bad Capitalism, and the Economics of Growth and Prosperity (2007) categorizan cuatro tipos de sistemas capitalistas: capitalismo emprendedor, capitalismo de grandes empresas, capitalismo guiado por el Estado y capitalismo oligárquico (o capitalismo de compinches). Los mecanismos que dirigen las energías productivas y las inversiones en cada sistema son los que diferencian una forma de otra y explican en buena parte el ritmo de desarrollo económico de los países.

[7] Los emprendedores pueden generar una enorme riqueza al mejorar la situación de las personas en la sociedad. No hay nada de malo en eso. Desafortunadamente, como en los viejos tiempos, también vemos a los políticamente conectados trabajando con agencias gubernamentales para manipular las ganancias .

Al pensar en la desigualdad económica en nuestro mundo moderno, debemos tener cuidado de diferenciar entre los medios económicos y los medios políticos para obtener riqueza.

Hay una verdad en la antigua historia de saqueo de la clase dominante, y todos están de acuerdo en que el poder corrompe.

Los altos niveles de control del gobierno sobre la economía tienden a generar corrupción y desigualdad estructural. Los mercados abiertos de cooperación dinámica tienden a disminuir la desigualdad y aumentar la riqueza para los más desfavorecidos.  Jason Riddle. 5 Spooky Facts about Power and Inequality You Probably Didn’t Know 

[8] La brecha entre el gasto del programa y el valor para los beneficiarios ha sido medida por Gallen (2015), Finkelstein y McKnight (2008) y Olsen (2008), entre otros.

[9] Murray (1984) es posiblemente el crítico más prominente de la ‘Guerra contra la Pobreza’. Friedman (1982 [1962]) ofreció argumentos similares contra la vivienda pública y el bienestar dos décadas antes: el objetivo de estos programas era ayudar a los pobres, pero el El efecto involuntario fue “todo lo contrario” (179). Sowell (1996 [1980], 1990) y Chávez (2002, 1992) plantean objeciones similares a la acción afirmativa y las políticas relacionadas.

[10] Supuestamente lleva a estudiantes de minorías a inscribirse en programas demasiado competitivos. En consecuencia, los estudiantes que pueden obtener un título universitario de una escuela menos competitiva a menudo terminan abandonando y no logran completar ningún título. Como observa críticamente Thomas Sowell:

Este estudiante [minoritario] no recibe una mejor educación porque está en una escuela más prestigiosa. Por el contrario, es muy posible que obtenga una educación mucho peor en instituciones tan aceleradas, en el sentido de no aprender cosas que es perfectamente capaz de aprender, en un entorno de aprendizaje que avanza a un ritmo normal. Un estudiante de esa minoría puede terminar “confundido, tambaleante e incapaz de seguir el ritmo” (1993, p. 137).

[11] Una plétora de políticas fiscales y de beneficios federales y estatales determinan conjuntamente los incentivos de los estadounidenses para trabajar. … Disposiciones complejas y, a menudo, misteriosas que condicionan los pagos de impuestos y los ingresos por beneficios a los ingresos laborales, los ingresos por activos, los ingresos totales y el nivel de activos. … Las innumerables características de nuestro sistema fiscal plantean las preguntas centrales de este documento: ¿Cuáles son los niveles típicos de tasas impositivas netas marginales que enfrentan los estadounidenses de diferentes edades y niveles de recursos, teniendo en cuenta todo el sistema fiscal federal y estatal? … ¿Cuánto afecta la elección del estado en el que vivir en el incentivo para trabajar? … Abordamos estas preguntas ejecutando datos de la Encuesta de Finanzas del Consumidor (SCF) de 2016 a través de The Fiscal Analyzer (TFA).

La evidencia del progreso en el mundo

La humanidad está en continuo progreso, pero no siempre ha sido así.

La riqueza generada en tan solo 150 años ha sacado de la pobreza extrema a gran parte de la humanidad. Antes de 1820 todas las personas eran pobres. Solo una pequeña minoría era rica: los monarcas, nobles, aristócratas y autoridades religiosas. La desigualdad económica en las sociedades pre modernas era extremadamente alta y la persona promedio vivía en condiciones que hoy llamaríamos pobreza extrema. El siguiente gráfico muestra que durante el milenio anterior (del año 1,000 al 2,000, la riqueza creada se mantuvo casi estática durante 800 años. Es después del año 1800 que el crecimiento económico empieza a acelerarse. Pero es a partir de 1900 que crece más rápidamente.

Hoy, con la ingente cantidad de datos que miden los indicadores económicos de los países, se conoce más precisamente la evolución de la economía en el mundo. Desde 1870, ciento cincuenta años después, la creación de riqueza se ha multiplicado doce veces, como promedio mundial

Durante milenios, desde la época romana hasta la Edad Media y el Renacimiento, los humanos lucharon por sobrevivir con el sudor de su frente, a menudo sólo sobrellevando una rudimentaria existencia. Estaban constantemente protegiéndose contra la muerte prematura, las enfermedades, el hambre, la guerra y los salarios de subsistencia. Sólo unos pocos afortunados —principalmente gobernantes y aristócratas— vivían vidas tranquilas, e incluso esos estaban crudos según las normas modernas. Para el hombre común, poco cambió a lo largo de los siglos. Los salarios reales per cápita eran prácticamente los mismos, año tras año, década tras década. Durante esta época, cuando la vida promedio era de apenas cuarenta años, el escritor inglés Thomas Hobbes calificó con razón la vida del hombre como “solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”.  Mark Skousen. “The big three in economics: Adam Smith, Karl Marx, and John Maynard Keynes” (2007)

 “En los dos siglos transcurridos desde 1820 hasta ahora, la disponibilidad de bienes y servicios sencillamente explotó. No se trató de cambios menores: hubo enormes cantidades de cambios, porantes de 1820, las personas nacían y morían prácticamente en el mismo mundo. Desde que nacían hasta que morían, el mundo no cambiaba mucho. Pero a partir de 1820, comenzó a transformarse vertiginosamente.” Jim Yong Kim, Presidente del Grupo Banco Mundial. Discurso en American University. Washington, 10 de abril de 2018.

“Durante el siglo XIX, el llamado “capitalismo” aumentó el salario real del trabajador británico en un 400 por ciento; El salario real promedio del trabajador estadounidense aumentó, entre 1840 y 1951, de dieciocho a ochenta y seis centavos por hora. Un buen hada difícilmente podría haber trabajado más rápido.”  Max Eastman. Reflections on the Failure of Socialism. 1940.

Para tomar un período más reciente, el PIB per cápita ha pasado de $5,494 en 1990 a $17,913 en 2018, es decir se ha multiplicado 3.3 veces en tan solo 28 años.  Sin embargo, el crecimiento no ha sido igual en los países y regiones. Aun así, todos han crecido. Europa Occidental creció 16 veces, Estados Unidos y América Latina 14 veces.

En sólo los últimos 20 años, el crecimiento económico ha sido fenomenal, al mismo tiempo que se redujeron las diferencias en la distribución de riqueza entre países.

“La riqueza mundial creció aproximadamente un 66 % entre 1995 y 2014 (de USD 690 billones a USD 1140 billones en dólares estadounidenses constantes de 2014 a precios de mercado). La proporción de  la riqueza mundial de los países de ingresos medianos está creciendo: pasó del 19 % al 28 % entre 1995 y 2014, mientras que la proporción de la riqueza mundial de los países de ingreso alto de la OCDE disminuyó del 75 % al 65 %.

De acuerdo con las últimas estimaciones, el 10 % de la población mundial vivía con menos de USD 1,90 al día en 2015, en comparación con el 11 % en 2013. Esta proporción es inferior al valor de casi 36 % registrado en 1990. En la actualidad, casi 1100 millones de personas menos viven en la pobreza, en comparación con 1990. En 2015 había 736 millones de personas que vivían con menos de USD 1,90 al día, cifra inferior a los 1850 millones de 1990.” Banco Mundial. Pobreza: panorama general (2019)

“Nunca, en toda la historia de la humanidad, el planeta Tierra había tenido una tasa de pobreza extrema tan baja como la que tenemos en el 2015. La tasa de pobreza extrema mundial se ha dividido por 5 desde 1970 y se ha dividido por 2 desde 1990. Es decir, los objetivos del milenio que pedían que la pobreza se dividiera por dos entre 1990 y 2015 se consiguieron. El éxito fue tan rotundo que a septiembre de 2015, las Naciones Unidas propusieron un nuevo objetivo para la humanidad: erradicar la pobreza extrema en 2030.” Xavier Sala i Martin. Economía en Colores (2015)

Otra comparación interesante muestra que en los primeros 1800 años de la era cristiana, el ingreso per cápita prácticamente no creció. El crecimiento se ha producido en los últimos 200 años y su tasa de crecimiento se ha ido acelerando, como muestra el siguiente gráfico.

Como consecuencia, el tiempo necesario para que se dupliquen los ingresos se ha venido reduciendo, pasando de 107 años de 1800 a 1900, a 23.5 años en los años transcurridos desde 2000 hasta 2014. De continuar la tendencia, para 2030 el ingreso per-cápita se estaría duplicando cada 14 años, o menos.

¿Qué es lo que ha causado el progreso? Lo podemos atribuir a la innovación tecnológica. Como veremos, han sido las sucesivas innovaciones tecnológicas introducidas las que han multiplicado la cantidad y diversidad de bienes y servicios, llenando cada vez más necesidades para cada vez más personas en el mundo.

El despegue de las innovaciones tecnológicas empieza con la abolición del régimen feudal y su sustitución por el capitalismo. Como lo dijo Marx en 1948, “La burguesía, durante su gobierno de escasos cien años, ha creado fuerzas productivas más masivas y colosales que todas las generaciones anteriores juntas“. Esas fuerzas productivas fueron creadas por la introducción de nuevas tecnologías.

Las sucesivas oleadas de cambios tecnológicos desde los inicios de la primera revolución industrial se han originado en países capitalistas, es decir, en economías donde empresas privadas compiten en el mercado para vender sus productos a los consumidores. Las empresas privadas y los empresarios han sido los motores fundamentales para que las innovaciones tecnológicas se hagan realidad.

Sin embargo, para muchas personas, el progreso no se ve. Y puede que tengan razón si viven en países donde la economía ha retrocedido y la pobreza ha aumentado. Pero ese no es el caso de gran parte del mundo. También, solo podemos ver el progreso desde nuestra propia perspectiva limitada al tiempo que hemos vivido y comparar la situación presente con la memoria de nuestro pasado. Otro aspecto que incide en desconocer el progreso es que muchas de las cosas o servicios que hoy tenemos o usamos ya las percibimos como dadas pues siempre hemos disfrutado de ellas, cuando la verdad es que hace 50, 100 o más años no existían. Agreguemos a esto la influencia de los medios de comunicación que solamente publican los aspectos negativos, los sucesos de nota roja que acaparan la atención de la audiencia: guerras, crímenes, desastres, accidentes, contaminación, desempleo, inflación, desigualdad, etc., con lo cual el mundo nos parece cada vez peor que antes.

A esto se refiere Steven Pinker en su conferencia en TED Talk “El mundo, ¿está mejorando o empeorando? Una mirada a los números”:

Siempre pueden engañarse y ver un deterioro si comparan los titulares sangrientos del presente con las imágenes color de rosa del pasado. ¿Cómo se ve la trayectoria del mundo si medimos el bienestar a lo largo del tiempo usando un criterio constante?

Durante el año pasado (2017) hubo 12 guerras en curso, 60 autocracias, un 10 % de la población mundial viviendo en extrema pobreza y más de 10 000 armas nucleares. Pero hace 30 años había 23 guerras, 85 autocracias, un 37 % de la población mundial viviendo en extrema pobreza y más de 60 000 armas nucleares. …

Angus Deaton nos ofrece una visión de las diferencias de crecimiento económico en los países.

Desde el término de la segunda Guerra Mundial, que dejó a gran parte de Europa en desorden económico y social, los países más ricos del mundo han crecido rápidamente, primero reparando el daño y después avanzando hacia nuevos niveles de prosperidad. También han tendido a converger en
su crecimiento, y las diferencias entre sí actualmente son pequeñas en comparación con las diferencias entre ellos y el resto del mundo.

Naturalmente, cuando incluimos a los países pobres la variedad de ingresos promedio es mucho más grande… .  cuando analizamos a todos los países
transversalmente, la dispersión de ingresos promedio —la desigualdad de ingreso país por país a nivel internacional— no disminuye a través del tiempo.

Las tasas de crecimiento en los países pobres no han sido más bajas que las de los países ricos, y en ocasiones han sido más altas, pero mientras algunos países han crecido rápidamente y están en el camino para alcanzar a los ricos, otros se han retrasado más y más. La diversidad de la experiencia de crecimiento ha sido mucho mayor en los países más pobres. Algunos países han sido capaces de aprovechar las oportunidades para cerrar la brecha con respecto a los países ricos. Un grupo de países asiáticos —China, Hong Kong, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Taiwán y Tailandia—, así como un país africano, Botswana, crecieron a más de 4% al año de 1960 a 2010 —un incremento de más de siete veces el ingreso promedio durante cinco décadas—. Al mismo tiempo, la República de África Central, la República Democrática del Congo (RDC), Guinea, Haití, Madagascar, Nicaragua y Níger en realidad eran más pobres en 2010 que hace medio siglo, y hay otros países que casi seguramente son parte de este grupo, pero para los cuales los datos no existen. (Probablemente Afganistán, Djibuti, Liberia, Sierra Leona y Somalia son candidatos para integrar este grupo, así como varios de los países que en 1960 eran parte de lo que entonces se llamaba el Bloque del Este.)

Dos de las naciones de más rápido crecimiento son China y Singapur, pero la primera tiene una población que es más de 300 veces la de la segunda. La India, el otro gigante, no se expandió tan pronto ni tan rápidamente como China, pero ha crecido a una tasa mayor que el doble del promedio mundial desde 1990. Aunque China y la India sólo son dos países, su rápido crecimiento a fines del siglo significó que alrededor del 40% de la población mundial vivía en países que estaban desarrollándose muy velozmente. En contraste, en el extremo “malo” de la distribución del crecimiento, los países que han estado retrocediendo son pequeños en muchos casos (aunque hay excepciones, como la RDC, que es grande y es un fracaso espectacular).

Al analizar las tasas de crecimiento —no en términos de cuántos países han tenido crecimiento elevado, sino en términos de cuántas personas han experimentado el crecimiento elevado—, el crecimiento global asume una apariencia más color de rosa. El país promedio creció 1.5% al año durante el medio siglo posterior a 1960, pero la persona promedio vivió en un país que crecía 3% al año. China y la India, donde vive mucha gente, han crecido mucho más velozmente que el país típico. Angus Deaton.  El Gran Escape. 2015.

Un factor fundamental para el progreso económico mundial ha sido lo que se conoce como globalización.  ¿Qué es la globalización?

Cuando dentro de unos años los historiadores miren hacia atrás y se pregunten cuál fue el producto más emblemático del año 2000, seguro que llegarán a la conclusión de que fue el teléfono móvil. Millones de personas del mundo entero han pasado a depender de un aparato que hace poco ni tan siquiera existía. El teléfono móvil simboliza aquello que muchos denominan la globalización. Representa unas nuevas tecnologías que incluyen el ordenador, la red de Internet y la ingeniería genética. El teléfono móvil representa la comunicación constante, prácticamente instantánea y muy barata entre cualquier punto del planeta y permite saber lo que sucede en cualquier parte del globo de manera casi inmediata. El teléfono móvil representa la producción transnacional: la empresa que los produce puede tener capital finlandés, utilizar tecnología norteamericana, producir cada una de las partes que constituyen el aparato en una docena de ciudades donde se contratan a trabajadores que hablan una docena de idiomas distintos, montar los aparatos en Helsinki y vender el producto final por todos los países del mundo. La mundialización de los procesos productivos conlleva que el planeta entero se esté convirtiendo en un único mercado global donde los capitales, las tecnologías, la información, los trabajadores y los productos saltan de un país a otro aparentemente sin posibilidad de ser detenidos.

Y todo esto es lo que representa la globalización, que podría definirse como la situación en que existe el libre movimiento internacional de cinco factores: el capital, el trabajo, las tecnologías, el comercio y la información.

… Si la globalización es la situación en la que ni las distancias físicas ni las fronteras impiden el movimiento de mercancías, capitales, personas, capital e información, ¡el mundo actual no es, ni de lejos, un mundo totalmente globalizado! Lo que sí es cierto es que estamos viviendo un proceso que nos lleva hacia una mayor globalización. Xavier Sala i Martin. Economía liberal para no economistas y no liberales (2001)

La globalización económica se refiere a la creciente interconexión de los mercados en diferentes países. Este proceso se refleja en el crecimiento del comercio internacional y la inversión extranjera y, especialmente, en el aumento de los flujos financieros internacionales.

La característica común en todos estos procesos es la enorme movilidad internacional del capital. La mayor movilidad internacional del capital afecta tanto a la producción como a las finanzas. … La inversión extranjera incluye los gastos en el extranjero en activos productivos, independientemente de su nacionalidad, …

En contraste, la globalización de las finanzas implica préstamos bancarios internacionales e inversiones de cartera, que son compras por extranjeros de acciones, bonos y cuentas bancarias. En resumen, la globalización de las finanzas se refiere exclusivamente a los flujos monetarios, mientras que la globalización de la producción implica tanto la inversión extranjera directa como el comercio internacional.

Otro aspecto de la globalización es la vigorosa entrada en el sistema capitalista mundial de una serie de grandes países y regiones que anteriormente habían sido sospechosas o hostiles a este sistema económico. La República Popular China sigue siendo un país comunista en el que su esfera política está totalmente dominada por el Partido Comunista Chino. Pero su economía sólo puede caracterizarse como capitalista, ya que las empresas privadas están en auge, los especuladores inmobiliarios y los desarrolladores controlan el mercado de la propiedad en las principales ciudades, y las corporaciones transnacionales de los Estados Unidos, Japón y Europa han acudido a China. Los países de Europa del Este y Rusia, el antiguo bloque soviético, que rápidamente pasó de socialista a capitalista después de 1989, han implementado planes integrales para privatizar lo que era propiedad estatal. Muchos de estos países son ahora miembros de la Unión Europea y de la Organización Mundial del Comercio. En los últimos 10 años, la India ha abierto sus fronteras al comercio exterior y a la inversión en un grado que no se ha visto desde que se independizó en 1947. La entrada de estos países en la economía mundial ha significado nuevos mercados para los productores de todo el mundo y nuevas fuentes de competencia por bienes y servicios de bajos salarios. El efecto general de la entrada de estos países en el sistema capitalista mundial es la adición de 1.600 millones de trabajadores a la fuerza laboral global, lo que el economista Richard Freeman ha llamado “la gran duplicación“. Robert L. Heilbroner and William Milberg. The making of economic society 13th ed. 2012

Veamos ahora las diferentes facetas en que se manifiesta el progreso de la humanidad.

Pasemos a los datos, comenzando por el más valioso de todos: la vida. Durante casi toda la historia humana, la esperanza de vida al nacer eran 30 años. Hoy en día, mundialmente, es de más de 70 años, y en el mundo desarrollado es de más de 80 años. Hace 250 años, en los países más ricos del mundo, un tercio de los niños no vivían para ver su quinto cumpleaños, antes de que el riesgo descendiera 100 veces. Hoy en día, menos de un 6 % de los niños corren esa misma suerte en los países más pobres del mundo. La hambruna es uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Puede llevar la devastación a cualquier parte del mundo. Hoy, la hambruna ha sido desterrada a las regiones más remotas y devastadas por la guerra. Hace 200 años, un 90 % de la población mundial subsistía en extrema pobreza. Hoy en día, menos del 10 % de la gente lo hace. En casi toda la historia humana, los estados poderosos y los imperios estuvieron casi siempre en guerra entre sí, y la paz fue simplemente un interludio entre las guerras. Hoy en día, nunca están en guerra entre sí. La última gran guerra de poder enfrentó a EE.UU. contra China hace 65 años. Más recientemente, guerras de toda clase han disminuido y son menos mortales. La tasa anual de guerras disminuyó de un 22 por cada 100 000 al año, al principio de la década del 50, a 1,2 por cada 100 000, hoy en día. La democracia ha sufrido, sin duda, retrocesos en Venezuela, Rusia, Turquía y está amenazada por el aumento del populismo autoritario en el este de Europa y en EE.UU. Sin embargo, el mundo nunca ha sido más democrático que en la década pasada, con dos tercios de la población mundial viviendo en democracias. Las tasas de homicidio caen siempre que la anarquía y el código de venganza son reemplazados por el estado de derecho. Ocurrió cuando la Europa feudal fue puesta bajo el control de reinos centralizados, por lo que, hoy en día, un europeo tiene una posibilidad de ser asesinado de 1 en 35 comparado con sus ancestros medievales. Ocurrió nuevamente en la Nueva Inglaterra colonial, en el Salvaje Oeste de EE.UU., cuando los sheriffs se mudaron a la ciudad y en México. Steven Pinker. El mundo, ¿está mejorando o empeorando? Una mirada a los números.

Uno de los indicadores del progreso por el que se interesa más la gente es la reducción de la pobreza.  Angus Deaton, en su obra “El Gran Escape” se refiere al asunto diciendo: “el rápido crecimiento de los ingresos promedio, especialmente en China y la India, y particularmente después de 1975, hizo mucho para reducir la pobreza extrema en el mundo. En China más que en cualquier otra parte, pero también en la India, el escape de cientos de millones de una pobreza tradicional y largamente establecida califica como el Escape más Grande de todos.

La tabla siguiente muestra que la pobreza extrema en el mundo se ha reducido del 90% hace dos siglos a poco menos del 10%.

Siguiendo con el análisis de Steven Pinker sobre el progreso mundial, nos dice:

Verdaderamente, nos volvimos más seguros en todos los modos posibles. Durante el último siglo, alcanzamos un 96 % menos de probabilidad de morir en un accidente de auto, un 88 % menos de posibilidad de ser abatidos en la acera, un 99 % menos posibilidad de morir en un accidente de avión, un 95 % menos de posibilidad de morir en el trabajo, un 89 % menos de posibilidad de morir por un desastre natural, como una sequía, inundación, incendio forestal, tormenta, volcán, deslizamiento de tierra, terremoto o meteorito,  presumiblemente no porque Dios esté menos enojado con nosotros sino por las mejoras en la resistencia de nuestra infraestructura. ¿Y qué sobre el desastre natural supremo el proyectil lanzado por el mismo Zeus? Sí, tenemos un 97 % menos de posibilidad de que nos mate un rayo.

Antes de siglo XVII, solo un 15 % de los europeos sabían leer o escribir. Europa y EE.UU. alcanzaron la alfabetización universal a mediados del siglo XX, y el resto del mundo la está alcanzando. Hoy en día, más del 90 % de la población mundial de menos de 25 años sabe leer y escribir. En el siglo XIX, los occidentales trabajaban más de 60 horas por semana. Hoy en día, trabajan menos de 40 horas. Gracias al suministro universal de agua corriente y electricidad en el mundo desarrollado y la adopción general de lavarropas, aspiradoras, refrigeradores, lavavajillas, hornos y microondas, la cantidad de tiempo que pasamos en tareas domésticas se redujo de 60 horas por semana a menos de 15 horas por semana.

Todos estos avances en salud, riqueza, seguridad, conocimiento y ocio, ¿nos hacen más felices? La respuesta es sí. En un 86 % de los países del mundo, la felicidad ha aumentado en las décadas recientes.

Bien, espero haberlos convencido de que el progreso no es cuestión de fe u optimismo, sino una realidad de la historia humana, de hecho, la realidad más grande en la historia humana. ¿Y cómo han cubierto los medios esta realidad? Una tabulación de palabras sobre emociones positivas y negativas en las noticias mostró que durante las décadas en las que la humanidad se volvió más sana, más rica, más sabia, más segura y más feliz, “The New York Times” se volvió cada vez más malhumorado y las transmisiones de TV también se fueron volviendo más sombrías. Las noticias son sobre cosas que ocurren, no cosas que no pasan. Nunca ven un periodista que diga: “Estoy transmitiendo en vivo desde un país que estuvo en paz durante 40 años”, o una ciudad que no ha sido atacada por los terroristas. Además, las cosas malas suelen ocurrir rápidamente, pero las cosas buenas no se construyen en un día. Los periódicos podrían destacar: “137 000 personas escaparon ayer de la extrema pobreza”, cada día durante los últimos 25 años. Eso es 1,250 millones de personas que dejaron atrás la pobreza, pero nunca leen sobre eso. Además, las noticias capitalizan nuestro interés mórbido en lo que puede ir mal, capturado en la política de programación … el mundo está por terminarse ya desde hace mucho tiempo. Steven Pinker. El mundo, ¿está mejorando o empeorando? Una mirada a los números.

Para ilustrar el crecimiento y desarrollo económico mundial en las últimas décadas usaremos los principales indicadores globales del Banco Mundial.

Primero veremos cómo ha sido la evolución de la población total en el mundo, ya que algunos análisis son más pertinentes cuando se refieren a las personas. La población mundial ha aumentado desde 3,032 millones de personas en 1960 a 7,594 mil millones en 2018, se ha multiplicado por 2.5 veces. En el siguiente gráfico interactivo puede ver el dato para cada año colocándose sobre la línea.

La mayoría de la población vive en Asia Oriental, como puede verse en el siguiente gráfico:

Mapa población mundo distribución

La esperanza de vida al nacer pasó de 53 años en 1960 a 72 años en 2017 en el mismo período.

Uno de los indicadores que componen el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora Naciones Unidas es la esperanza de vida al nacer, que nos indica el efecto de las mejoras en la salud y que nos permite vivir más tiempo. El aumento en la esperanza de vida se ha distribuido más uniformemente en el mundo que los ingresos. Es lo que muestran los resultados de un análisis de este indicador en una publicación: 

“Utilizando datos demográficos accesibles para todos, Sam Peltzman hizo el ejercicio de medir la desigualdad en la esperanza de vida en un artículo de 2009 en el Journal of Economic Perspectives . Se calculó el coeficiente de Gini para ese indicador desde finales del siglo 19 para muchos países y ya en 1750 para algunos países como Suecia y Alemania. El coeficiente de Gini toma un valor de cero si hay igualdad perfecta y un valor de uno si hay desigualdad perfecta.

“¿Qué resulta de su ejercicio? El coeficiente de Gini para Suecia, Inglaterra, Francia, Alemania y los Estados Unidos se situó entre 0,4 y 0,5 para la mayor parte del siglo 19. Sin embargo, hubo una clara tendencia a la baja en la desigualdad de la mortalidad, por lo que para 1900, el nivel había caído a un rango entre 0.3 y 0.4. Para 1950, la caída había continuado y se situó entre 0.1 y 0.2. Hoy está más cerca de 0.1. Disminuciones similares se observan en países como India, Brasil y Japón en el transcurso del siglo. 20.

“De hecho, Peltzman señala que en algunos países como India y Brasil, “la mortalidad se distribuye más que el ingreso”. Este es un colapso trascendental en la desigualdad en la esperanza de vida. The Underappreciated Trend in Mortality and Inequality

Asociada con la esperanza de vida al nacer está la mortalidad infantil, que mide la intensidad de la mortalidad durante el primer año de vida. El siguiente gráfico dinámico muestra la fuerte reducción que ha tenido por regiones en el mundo desde 1950 a 2015.

El Producto Interno Bruto (PIB) (a precios actuales) pasó de 1,371 a 85,804 billones de US$ en el mismo período, aumentando 62.6 veces.

Pero el  PIB per capita, como indicador de la producción promedio por persona, no necesariamente refleja  cómo se distribuye el ingreso. El PIB per capita puede crecer, pero no nos dice nada sobre cómo crecen los ingresos en los diferentes grupos poblacionales. El grado de equidad en la distribución del ingreso se mide por el Coeficiente de Gini. El siguiente mapa de Wikipedia muestra este coeficiente por países.

Desigualdad Gini World Map

Mientras mayor el índice, mayor la desigualdad existente en un país, mayores las disparidades de ingresos. 

Sobre el tema de la desigualdad de ingresos y riqueza lea: Desigualdad y Desarrollo Económico: Por qué la desigualdad es necesaria para reducir la pobreza que trata el tema de cómo la desigualdad económica de origen legítimo contribuye a reducir la pobreza impulsando el progreso económico para todos y lo contrario sucede cuando la acumulación de riqueza tiene un origen ilegítimo.

Sin embargo, los ingresos explican solo una parte, aunque importante, del bienestar de las personas.  Para medir otros elementos del bienestar humano y presentar una visión global de la calidad de vida de las personas, se desarrolló el Índice de Progreso Social (IPS), publicándose por primera vez en el año 2014.

El IPS “es un modelo integral de medición del desempeño social de un país, pues concibe que la calidad de vida de la persona esté compuesta por varios aspectos que se encuentran interrelacionados y que en conjunto impactan en su bienestar. Para el Índice, el progreso social es la capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades humanas fundamentales de sus ciudadanos, establecer los elementos básicos que permitan a individuos y comunidades mejorar y mantener su calidad de vida, y crear las condiciones para que todas las personas alcancen su pleno potencial.
Para capturar la calidad de vida, el Índice de Progreso Social agrupa indicadores sociales en tres dimensiones: 1) Necesidades Humanas Básicas 2) Fundamentos del Bienestar y 3) Oportunidades, los que a su vez se dividen en doce componentes. Esta estructura permite tener una visión a la vez global del desarrollo social y enfocada en temas relevantes para la vida de las personas.” Manuel Velazquez. El Origen del Índice de Progreso Social

    • El Índice de Progreso Social 2019, así como seis años de resultados, reflejan que el mundo, en general, está mejorando y muestra avances. Desde el inicio del SPI, en el año 2014, el mundo ha mejorado pasando de con una puntuación de 62.16 a 64.47. Por mucho, el mayor progreso se ha logrado con el Acceso a la Información y a las Comunicaciones (71.74), que mejoró con 11.49 puntos en los últimos seis años. El incremento en el acceso a internet y el aumento de suscripciones a teléfonos móviles, particularmente en el mundo en desarrollo, han jugado un papel importante.
    • Sin embargo, el progreso es lento y desigual. El mundo está mostrando un rendimiento inferior comparado con lo que el promedio mundial del PIB per cápita sugiere que es posible. Esto indica que contamos con los recursos para ser mejores y que las cifras crecientes del PIB están ocultando los problemas reales que enfrentan las sociedades y que afecta a la gente común.
    • Además, el Índice de Progreso Social se puede utilizar para medir el progreso frente a losObjetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs, por sus siglas en inglés) de la ONU. De acuerdo con las proyecciones basadas en el Índice de Progreso Social 2019, con el ritmo actual, el mundo no alcanzará los SDGs sino hasta 2073. Deloitte. Índice de Progreso Social 2019,

Los principales hallazgos del IPS de 2020 son:

    • El mundo obtiene las mejores puntuaciones en Nutrición y Atención Médica Básica (84,63), Vivienda (77,09), Agua y Saneamiento (74,72) y Acceso a los Conocimientos Básicos (75,18). El mundo obtiene las peores puntuaciones en Calidad ambiental (36,87) e Inclusión (39,25), las cuales están muy por detrás de todos los demás componentes del Índice. 
    • El mundo ha mejorado drásticamente en el acceso a la información y las comunicaciones (+21.61). Otras mejoras materiales incluyen: acceso a educación avanzada (+7.45), refugio (+6.10) y agua y saneamiento (+5.57).
    • Noruega ocupa el primer lugar en el mundo en progreso social, con Sudán del Sur al final de la lista. El progreso más rápido durante la última década se da entre los países en desarrollo, incluidos Gambia, Sierra Leona, Túnez, Etiopía y Nepal.
    • Estados Unidos es el único país del G7 que retrocede en el progreso social y uno de los tres únicos países que han disminuido durante la última década, junto con Brasil y Hungría.
    • Los países en desarrollo se están poniendo al día. Desde 2011, la variación en las puntuaciones del índice ha caído un 12,3%. Las tasas de convergencia son más altas que las del PIB per cápita.
    • El PIB no es un destino. Muchos países tienen un desempeño inferior al del progreso social en relación con su PIB, pero otros se desempeñan mucho mejor de lo que sus ingresos sugieren que es posible o probable. El mundo debe aprender de estos países para acelerar el progreso de manera más amplia. Deloitte. 2020 Social Progress Index results.
  •  

La publicación La economía mundial resumida en una gráfica dice que  “La economía americana es tan grande que equivale a la suma de la de Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, India, Italia, Brasil y Canadá (de la tercera a la décima economía del mundo). Si en vez de países, miramos continentes la cosa cambia y Asia lidera el ranking con un 33.84%, América un 27.95% y Europa un 21.37%. Las tres mayores economías de África (Sudáfrica, Egipto y Nigeria) no llegan al 1.5% (menos que España). Las suma de las 100 economías más pequeñas, que incluyen a países como Pakistan (182 millones de habitantes), Bangladesh (157 millones), Chile o la próspera Luxemburgo solo generan el 9.4% del PIB mundial. En una gráfica, el megapastel económico mundial quedaría así:

En este video se puede ver la evolución del PIB de las veinte principales economías del mundo desde 1960 con una proyección hasta el año 2030, visualizando cómo unas desplazan a otras en el transcurso del tiempo.

En este otro video, se puede ver esa evolución para los países Latinoamericanos

Las exportaciones de bienes y servicios (balanza de pagos, US$ a precios actuales) pasaron de US$ 1,375 billones en 1960 a  US$ 25,102 millones en 2018, se ha multiplicado por poco más de 18 veces.

El Producto Interno Bruto (PIB) (a precios constantes de 2010), es decir, descontando la inflación, pasó de 11,394 a 82,635 billones de US$ en el mismo período, aumentando 7.25 veces

El Producto Interno Bruto per cápita, es decir promedio por persona, (US$ a precios constantes de 2010) pasó de 3,757.9 a 10,881.1 US$ en el mismo período, aumentando 2.9 veces

El Producto Interno Bruto per cápita de 2018, por países

La tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $1,90 por día (2011 PPA)) pasó de 42.1% de la población en 1981 a 10% de la población en 2015, una reducción de 76%.

En 1990, más de un tercio de la población mundial vivía en situación de pobreza extrema, es decir con menos de USD 1,90 al día. En 2015, el último año en que se tienen datos sólidos, la pobreza extrema llegó al 10 %, el valor más bajo del que se tenga registro en la historia. En las últimas tres décadas, más de 1000 millones de personas salieron de la pobreza extrema, y esta se ha reducido a menos del 3 % en alrededor de la mitad de los países del mundo. Esto es uno de los grandes logros de nuestro tiempo, pero tenemos mucho más trabajo que hacer, ya que 736 millones de personas aún viven en la pobreza extrema, el ritmo de la reducción de la pobreza se está desacelerando, y será más difícil llegar a aquellos que viven en esa situación. La tasa de pobreza en zonas afectadas por fragilidad, conflictos y violencia subió del 34,4 % en 2011 al 36 % en 2015, y es probable que esa tasa aumente. Fuente: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2018/12/21/year-in-review-2018-in-14-charts

Este mapa interactivo muestra la incidencia de la desnutrición en el mundo. El último año con información es 2013 y se puede comparar con mediciones de años anteriores.

El Banco Mundial mide diferentes niveles de pobreza. La tasa de incidencia de la pobreza extrema se mide por el porcentaje de la población que vive con menos de 1.90 dólares al día; la pobreza grave, que se mide por menos de 3.20 dólares cada día y la pobreza más leve, que se mide bajo  los 5,50 dólares. La tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $3.20 por día (2011 PPP) pasó de 56.9% de la población en 1981 a 26.3% de la población en 2015, una reducción de 54%. Si se mide sobre la base de $1.90 por día, los que están en la pobreza extrema se han reducido de 42.1% a 10%, es decir, 4 veces.

En América Latina, la tasa de pobreza bajo la línea de $5.50 por día en 2017 se ilustra en el siguiente gráfico:

El siguiente gráfico muestra la incidencia de la pobreza en sus tres niveles de medición para los países de América Latina:

Un indicador relacionado con el nivel de ingresos en los países es el salario mínimo. El siguiente gráfico muestra los salarios mínimos por hora en el mundo en 2018

Este gráfico muestra los salarios mínimos mensuales en los países latinoamericanos:

La productividad del trabajo es otro indicador importante del progreso económico. El siguiente gráfico muestra los quince países con más alta productividad laboral en el mundo:

Este gráfico muestra la productividad laboral en los países del continente americano.

Los países con mayor inmigración y emigración se muestran en el siguiente gráfico. Los movimientos migratorios van generalmente desde los países pobres o con conflictos armados hacia los países desarrollados.

migration

Este es un sitio interactivo de London School of Economics and Political Sciences que muestra los flujos económicos globales de inversión extranjera y sus impactos en las regiones del mundo.

Mapa mundi que muestra el tamaño de los países según la capitalización bursátil total de sus mercados. El tamaño de las bolsas de valores está relacionado al desarrollo económico de los países.

El acceso a la electricidad ha aumentado rápidamente desde 2010, (PDF, en inglés) y 40 países han logrado el acceso universal desde ese año. Sin embargo, alrededor de 1000 millones de personas, o el 13 % de la población mundial, aún vive sin electricidad. Las mayores brechas se registran en África al sur del Sahara, Asia central y Asia meridional. Casi el 87 % de la población que no tiene electricidad en el mundo vive en zonas rurales. Las diferencias son enormes, pero se han producido avances en numerosos frentes. Nuevos enfoques de gran escala que combinan electrificación con y sin conexión a la red han permitido lograr resultados asombrosos en el acceso a la energía en muchos países. En otros, las minirredes y los sistemas solares domésticos están demostrando ser prometedores para subsanar la brecha en materia de acceso. Los costos marcadamente más bajos de la energía limpia están contribuyendo a esta transición

Los científicos han estado utilizando imágenes satelitales de la Tierra por la noche, denominadas “luces nocturnas”, para estudiar la actividad humana y los eventos naturales durante casi 30 años.

https://eoimages.gsfc.nasa.gov/images/imagerecords/55000/55167/earth_lights_lrg.jpg Click en el enlace para ampliar

Eche un vistazo a la península de Corea y observe la marcada diferencia entre el norte y el sur (ver Imagen abajo). Es un contraste de oscuridad y brillo, de aislamiento y conexión.

La revolución verde. El uso creciente de energías renovables se aceleró en los últimos años, en la medida en que los costos de producción disminuyen y las tecnologías avanzan. Algunas proyecciones indican que en dos décadas, la energía solar y eólica ocuparán casi la mitad de la capacidad eléctrica instalada en el mundo. Las innovadoras soluciones para generar más y mejores fuentes de energías renovables en el planeta. Otras señalan que para el año 2047 habrá unos 1.000 millones de autos eléctricos transitando por el mundo. Y la inversión en energías más limpias a nivel global podría llegar a los US$10,2 billones en el año 2040. BBC Mundo. 7 fuerzas que van a cambiar el futuro de la economía.

Muchos de los indicadores que se han mostrado son a nivel global.  Pero, cuál fue el desempeño de los países capitalistas y de los países socialistas? Hay diferencias?

La mayor parte del crecimiento ha sido aportado por los países de economía de mercado, llamados capitalistas. Esto ha sido corroborado con datos. Por ejemplo, en un estudio realizado por Matei Dăian comparando el desempeño de los países de Europa Occidental con los de Europa Oriental y el Asia Central que estuvieron bajo el dominio comunista, llega a la siguiente conclusión:

«Existe una clara diferencia económica entre la Europa occidental más desarrollada económicamente y sus contrapartes más pobres en Europa del Este y Asia central. Pero, ¿qué causó esta divergencia económica? ¿Qué papel tan importante jugó el comunismo? Si el comunismo es responsable, ¿a través de qué mecanismos económicos logró obstaculizar el crecimiento? … Este documento encuentra no solo que el comunismo tuvo un enorme impacto negativo en el crecimiento, sino que a pesar de que el comunismo se había ido completamente de Europa en 1991; Todavía afecta el crecimiento de los antiguos países comunistas.» The Veil of Communism: An Analysis of Lifespan, GDP per Capita, Human Capital, and Agricultural Productivity in Eastern Europe .

PIB Percapita Western and Eastern European countries 1820-2000

Otra comparación es entre Estados Unidos y la URSS. Claramente se observa el menor desempeño de la economía soviética, medido por el crecimiento del Producto Interno Bruto.

PIB Percapita US vs URSS 1885-1990

El gráfico es de la investigación de Remco Kouwenhoven. A Comparison of Soviet and US Industrial Performance: 1928-90.  Contiene gran cantidad de datos comparativos. Uno de ellos muestra que la productividad del trabajo en la industria soviética en 1986 era el 25% de la de los Estados Unidos. 

Las economías socialistas no pudieron eliminar la pobreza.  En la antigua URSS, «alrededor del 40% de toda la población en 1967 sería considerada pobre según los estándares soviéticos de 1974«,  según un estudio mencionado en Nintil. En el resto de países socialistas de Europa Oriental, el nivel de pobreza era mayor, con la excepción de Alemania Oriental.

Tampoco se eliminó la desigualdad de ingresos, solo reduciéndola a un nivel similar al de algunos países nórdicos.  Sin embargo, la desigualdad es encubierta por los privilegios no monetarios de que disfrutaba la nueva clase. 

El Informe de Competitividad Global de 2019 es la última edición de la serie lanzada en 1979 que proporciona una evaluación anual de los impulsores de la productividad y el crecimiento económico a largo plazo. Con un puntaje de 84.8 (+1.3), Singapur es la economía más competitiva del mundo en 2019, superando a Estados Unidos, que cae al segundo lugar. Hong Kong SAR (3 °), Países Bajos (4 °) y Suiza (5 °) completan los cinco primeros.

Cada indicador, o “pilar” utiliza una escala de 0 a 100, para mostrar qué tan cerca está una economía del estado ideal o “frontera” de competitividad en esa área

Sobre la base de cuatro décadas de experiencia en la evaluación comparativa de la competitividad, el índice mapea el panorama de competitividad de 141 economías a través de 103 indicadores organizados en 12 temas. Cada indicador, usando una escala de 0 a 100, muestra cuán cerca está una economía del estado ideal o “frontera” de competitividad. Los pilares, que cubren amplios elementos socioeconómicos son: instituciones, infraestructura, adopción de las TIC, estabilidad macroeconómica, salud, habilidades, mercado de productos, mercado laboral, sistema financiero, tamaño del mercado, dinamismo empresarial y capacidad de innovación.

Con un puntaje de 84.8 sobre 100, Singapur es el país más cercano a la frontera de la competitividad

Otras economías del G20 en el top 10 incluyen Estados Unidos (2º), Japón (6º), Alemania (7º) y Reino Unido (9º), mientras que Argentina (83º, dos lugares abajo) es el país con la clasificación más baja entre los países del G20.

Asia-Pacífico es la región más competitiva del mundo, seguida de cerca por Europa y América del Norte.

Estados Unidos puede haber perdido a Singapur en general, pero sigue siendo una potencia de innovación, ocupando el primer lugar en el pilar del dinamismo empresarial, el segundo en capacidad de innovación y el primero en encontrar empleados calificados.

Los países nórdicos se encuentran entre los más avanzados tecnológicamente, innovadores y dinámicos del mundo, al tiempo que proporcionan mejores condiciones de vida y protección social.

Dinamarca, Uruguay y Zimbabwe han aumentado su participación en las fuentes de energía renovables significativamente más que otros países en sus respectivos niveles de competitividad.

A pesar de los evidentes avances en el desarrollo económico, en el mundo actual vemos que hay países en los que el avance en la superación de la pobreza es lento y en que las tasas de crecimiento económico no se traducen en tasas equivalentes de aumento de riqueza para las mayorías, sino para minorías. También vemos países de los que cienes de miles de personas emigran buscando oportunidades de progreso que sus países de origen les niegan. Ciertamente, son realidades evidentes. Pero luego veremos a que se deben.

La evidencia estadística muestra que el mundo se encamina hacia una convergencia de ingresos entre países ricos y pobres.  Los primeros 200 años de desarrollo que iniciaron alrededor de 1750 crearon una gran brecha de ingresos entre los países que despuntaron con la revolución industrial y la incorporación de avances tecnológicos en sucesivas oleadas.

La primera oleada de la Revolución Industrial fue el desarrollo de la máquina de vapor y tecnologías relacionadas, incluyendo la organización de la producción de fábricas a gran escala, nueva maquinaria en el sector textil y de la confección, y nuevas técnicas para producir acero. Una segunda oleada de avances tecnológicos se produjo a mediados del siglo XIX con el ferrocarril, y aún más notablemente el telégrafo, que ofrecía las primeras telecomunicaciones instantáneas en todo el mundo, un avance fenomenal en la capacidad de información difusa a gran escala.

La segunda ola tecnológica también incluyó vapores oceánicos, comercio a escala mundial y dos grandes proyectos de infraestructura: el Canal de Suez, terminado en 1869, que acortó significativamente el tiempo de comercio entre Europa y Asia, y el Canal de Panamá, terminado en 1914, que redujo drásticamente el tiempo de comercio entre la costa este de Los Estados Unidos y los destinos en el oeste de los Estados Unidos, gran parte de América Latina y Asia oriental.

… La tercera oleada de avances tecnológicos implicó la electrificación de la industria y la sociedad urbana a finales del siglo XIX, incluyendo la invención de Edison de la bombilla incandescente y otros aparatos electrónicos. Edison, Westinghouse y otros lideraron la construcción de grandes centrales eléctricas que podían llevar electricidad a hogares, edificios de oficinas y fábricas por alambres, que era la nueva infraestructura definitoria de principios del siglo XX. El desarrollo del motor de combustión interna también fue crítico, al igual que el avance fundamental en la industria química, principalmente en Alemania, con el nuevo proceso para tomar nitrógeno atmosférico y convertirlo en amoníaco para fertilizante (el proceso Haber-Bosch). Este uso de la energía de combustibles fósiles para crear fertilizantes a base de nitrógeno fue el gran avance en el aumento de la producción de alimentos en el siglo XX, permitiendo que una gran proporción de la humanidad, aunque todavía no toda, superara el hambre crónica y los riesgos de hambruna que habían plagado siempre a la humanidad. Jeffrey D. Sachs. “The End of Poverty: Economic Possibilities for Our Time” (2005).

La primera revolución industrial comenzó en 1760 con la invención de la máquina de vapor. La máquina de vapor permitió la transición de la agricultura y la sociedad feudal al nuevo proceso de fabricación. Esta transición incluyó el uso del carbón como energía principal, mientras que los trenes eran el principal medio de transporte. El textil y el acero fueron las industrias dominantes en términos de empleo, valor de la producción y capital invertido. La segunda revolución industrial comenzó en 1900 con la invención del motor de combustión interna. Esto condujo a una era de rápida industrialización utilizando petróleo y electricidad para alimentar la producción en masa. La tercera revolución industrial comenzó en 1960 y se caracterizó por la implementación de la electrónica y la tecnología de la información para automatizar la producción. Bajo las viejas costumbres, hacer las cosas implicaban atornillar o soldar un montón de piezas juntas. La cuarta revolución industrial ahora implica el diseño de productos generados por computadora y la impresión tridimensional (3D), que puede crear objetos sólidos mediante la construcción de sucesivas capas de materiales.

Ahora una Cuarta Revolución Industrial se basa en la Tercera, la revolución digital que se está produciendo desde mediados del siglo pasado. Se caracteriza por una fusión de tecnologías que está difuminando las líneas entre las esferas física, digital y biológica.

Hay tres razones por las que las transformaciones actuales representan no sólo una prolongación de la Tercera Revolución Industrial, sino más bien la llegada de una Cuarta y distinta: velocidad, alcance e impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes históricos. En comparación con las revoluciones industriales anteriores, la Cuarta está evolucionando a un ritmo exponencial en lugar de lineal. Además, está perturbando casi todas las industrias de todos los países. Y la amplitud y profundidad de estos cambios anuncian la transformación de sistemas enteros de producción, gestión y gobernanza”. (Schwab 2015)

Los principales investigadores sostienen que la cuarta revolución industrial dará forma al futuro a través de sus impactos en el gobierno y las empresas. La gente no tiene control sobre la tecnología ni sobre los cambios que vienen con la cuarta revolución industrial. Sin embargo, podemos predecir las oportunidades que vienen con la cuarta revolución industrial: 1) menores barreras entre inventores y mercados, 2) un papel más activo para la inteligencia artificial (IA), 3) la integración de diferentes técnicas y dominios (fusión), 4) mejora de nuestras vidas (robótica) y 5) la vida conectada (Internet).

… Como han señalado los economistas Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee, esta revolución podría producir una mayor desigualdad, especialmente en su potencial para perturbar los mercados laborales. A medida que la automatización sustituye a la mano de obra en toda la economía, el desplazamiento neto de trabajadores por máquinas podría exacerbar la brecha entre los retornos al capital y los retornos a la mano de obra. Por otro lado, también es posible que el desplazamiento de trabajadores por tecnología traiga, en conjunto, un aumento neto de los puestos de trabajo seguros y gratificantes”. Klaus Schwab. Min Xu, Jeanne M. David & Suk Hi Kim. “The Fourth Industrial Revolution: Opportunities and Challenges” (2018)

La introducción de innovaciones tecnológicas se hace cada vez más rápidamente. En el caso del auto fueron cerca de seis décadas; del teléfono, cinco; y de las tarjetas de crédito, más de veinte  años. Actualmente, el tiempo en que el mercado adopta una nueva tecnología puede ser de apenas unos meses.

El siguiente gráfico dinámico permite comparar las tasas de adopción de nuevas tecnologías durante más de un siglo. Muestra que la velocidad con que se adoptan nuevas tecnologías se aumenta en años recientes. El gráfico sirve como un indicador del aumento del nivel de vida debido a los cambios tecnológicos. Haga click en el botón abajo para reproducir el gráfico dinámico.

El grado de adopción de tecnologías por zonas geográficas en el mundo se muestra en este gráfico del Foro Económico Mundial.

La Cuarta Revolución Industrial ya empezó. El siguiente artículo de Salesforce ofrece una visión general de lo que significa, las tecnologías en desarrollo, su impacto y algunos ejemplos.

En su libro sobre la Cuarta Revolución Industrial, el Dr. Klaus Schwab la describe así: “Comenzó a principios de este siglo y tuvo como base la revolución digital. Está caracterizada por un Internet mucho más móvil y mundial, por sensores más pequeños y más potentes, y por inteligencia artificial y aprendizaje automático”.

Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee, investigadores de MIT, describen este período como “la segunda era de las máquinas”. (nota del blog: aquí está la pista para el libro más reciente de Erik y de Andrew, “Machine, Platform, Crowd. Harnessing our Digital Future” [Máquina, plataforma, multitud. Aprovechamiento de nuestro futuro digital].}

…En la Cuarta Revolución Industrial, los principales factores de los cambios asombrosos que estamos presenciando incluyen el costo decreciente de la computación y los dispositivos conectados, la facilidad de implementación de algoritmos de IA, y la caída radical del precio de la secuenciación genética. … Son los avances tecnológicos los que impulsan las revoluciones industriales. Las diez tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial son:

  • Tecnologías que cambian el mundo físico
    • Biotecnología
    • Robótica
    • Impresión en 3D
    • Nuevos materiales
    • Internet de las Cosas (IoT)
    • Transmisión, almacenamiento y captura de energía
  • Tecnologías que cambian el mundo digital
    • Inteligencia Artificial (IA)
    • Cadena de bloques
    • Nuevas tecnologías computacionales
    • Realidad virtual y aumentada

Ahora vamos a investigar los efectos e impactos de la Cuarta Revolución Industrial. El primero de ellos es el aumento de la productividad. Las tecnologías como la IA y la automatización han aumentado nuestra capacidad productiva y mejorado la distribución de nuestro tiempo. Sin embargo, no todo es tan sencillo. Aún existen muchas cuestiones morales y éticas acerca de estas innovaciones (si quiere profundizar, consulte, por ejemplo, el argumento de la “Superinteligencia” de Nick Bostrom).

…Las tecnologías que nos rodean evolucionaron y elevaron las expectativas de los clientes. La IA, por ejemplo, ya transformó la expectativa en relación con la atención al cliente. Nuestra referencia de hoy es obtener respuestas rápidas (todo se encuentra a una búsqueda de distancia en Google), servicio personalizado e inteligente, es decir, que tome en cuenta nuestro historial y preferencias.

… Una de las consecuencias de la revolución digital es que estamos produciendo datos de manera exponencial. Aquí tienen una estadística: el 90% de los datos se crearon en los dos últimos años. Videos, fotos, tuits, publicaciones en redes sociales, blogs, sensores, la lista es extensa.

Todos esos datos son alimento para la inteligencia artificial. La IA está fomentando innovaciones en varios tipos de productos y servicios, y cuanto mayor sea el volumen de datos, mejores las predicciones.

Los algoritmos del aprendizaje automático pueden analizar esas transacciones y variables para mejorar el desempeño de los negocios. Por ejemplo, ayudan a las empresas a anticipar las necesidades de los clientes y optimizar precios.

… El Foro Económico Mundial publicó un informe sobre los puntos de inflexión de las nuevas tecnologías y sus impactos en la sociedad.

  • Estos son algunos puntos de inflexión que pueden presentarse en el 2025:
    • El 10% de las personas usarán ropa conectada a Internet;
    • Existirá el primer robot para farmacia en Estados Unidos;
    • Aparecerá el primer automóvil hecho en impresora 3D;
    • El 5% de los productos de consumo se hará en impresoras 3D;
    • El 90% de la población mundial tendrá acceso constante a Internet;
    • Los autos automáticos concentrarán el 10% de la flotilla de vehículos en Estados Unidos;
    • El 50% del tráfico de Internet en domicilios será dirigido a dispositivos y equipos domésticos;
    • Existirá la primera ciudad con más de 50,000 habitantes y ningún semáforo;
    • Se empleará la primera IA en el consejo de administración de una empresa.

A medida que se desarrolle la Cuarta Revolución Industrial, estas innovaciones recibirán un lugar en nuestra vida diaria. ¿Qué más podemos esperar para el futuro?

Los avances en poder computacional, La, robótica y ciencias de materiales pueden acelerar el cambio a productos sustentables. Las técnicas de manufactura digital, incluida la impresión en 3D, se aproximarán al proceso productivo de los clientes y lograrán que el mantenimiento de piezas sea más rápido y barato.

Las innovaciones en biotecnología pueden permitir la sustitución de huesos y el trasplante de órganos a partir de impresiones en 3D de las células del tronco de un paciente. Conforme los descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro avanzan, podemos crearnos la expectativa de tener implantes neurales e interfaces cerebro-máquina que solucionen las enfermedades cognitivas.

Las nuevas tecnologías energéticas pueden crear fuentes de bajo costo y sustentables para liberar al planeta de los combustibles fósiles originados en la primera revolución industrial. Qué es la Cuarta Revolución Industrial?

En cuanto a consecuencias que se perciben como negativas, veamos algunas más usuales. Por ejemplo, la sustitución de personas por robots se percibe como una amenaza que aumentaría el desempleo. La preocupación es legítima. Sin embargo, hay que tener en cuenta que toda revolución tecnológica ha afectado a las personas que trabajaban con las tecnologías que pasaron a la obsolescencia. Así ha sucedido con los empleos en la agricultura, que fueron mayoritarios hace más de un siglo y fueron sustituidos por empleos en las industrias manufactureras.

Los robots han liberado a los trabajadores de trabajos pesados, repetitivos, peligrosos y monótonos. Igual que muchas máquinas desde la primera revolución industrial hasta hoy liberaron a las personas de muchos trabajos que hoy se considerarían inhumanos y que hoy se hacen con mayor productividad, reduciendo costos y aumentando la producción. Los trabajos desplazados en la manufactura encuentran su contrapartida en la creación de empleos en el creciente sector de servicios, de modo que la tasa global de desempleo no aumenta. Obviamente, no son todas las mismas personas desplazadas de sus antiguos empleos las que encuentran un nuevo empleo, ya que se exigen diferentes conocimientos y habilidades.

La revolución industrial convirtió a la tecnología en el motor del crecimiento económico (Landes 1969, Mokyr 1990). Antes de 1750, el ingreso per cápita en el mundo se duplicaba cada 6,000 años. Desde entonces, se ha duplicado cada 50 años (DeLong 1999). Esta aceleración fue en gran parte la consecuencia de la aplicación de maquinaria en la producción, lo que nos permitió producir más con menos personas (Frey 2019). Visto desde esta perspectiva, la histeria actual de la automatización es difícil de entender. Las generaciones futuras podrían dar un salto extraordinario desde el “gran enriquecimiento” de la Revolución Industrial. Sin embargo, el proceso de industrialización en sí mismo era un asunto diferente. Los luditas, que se amotinaron contra la fábrica mecanizada, no fueron enemigos irracionales del progreso tecnológico (Citi 2019, Frey 2019). No fueron los que se beneficiaron de la mecanización, por lo que su oposición tenía sentido.

La Revolución Industrial sentó las bases del mundo moderno en el que vivimos hoy, pero llegar allí implicó una transición dolorosa. Incluso cuando el crecimiento del PIB per cápita despegó, las ganancias del crecimiento no llegaron a los bolsillos de la gente promedio. Los salarios reales estaban estancados o incluso cayendo para algunos. A medida que los ingresos de los artesanos desaparecieron, a medida que sus trabajos fueron reemplazados por máquinas, las ganancias del crecimiento fueron para los industriales, quienes vieron duplicar su tasa de ganancias (Allen 2009). Esto llevó a Friedrich Engels a concluir que los industriales propietarios de máquinas se hicieron “ricos en la miseria de la masa de asalariados”. Como señaló el eminente Eric Hobsbawm, la Revolución Industrial comenzó con la construcción de las primeras fábricas y terminó con la publicación del Manifiesto Comunista (Hobsbawm 1962).

¿Por qué los trabajadores participaron en la Revolución Industrial Británica si redujo su utilidad? La respuesta simple es que no lo hicieron. Además de los disturbios, con frecuencia solicitaron al parlamento que bloqueara la introducción de maquinaria. No solo se ignoró su voz, sino que el ejército británico se enfrentó con ingleses que destruyeron máquinas. …

¿Qué habría escrito Friedrich Engels si hubiera vivido hoy? Como han señalado los historiadores de la economía, nuestra era de la informatización ha causado un vaciado similar de los trabajos de ingresos medios como lo hizo la fábrica mecanizada en el siglo XIX (Katz y Margo 2013). Además, al igual que la mecanización durante la Revolución Industrial provocó la caída de la participación laboral del ingreso nacional, la participación laboral decreciente en todos los países está vinculada a la automatización de los empleos de ingresos medios y la reasignación de los trabajadores a empleos de servicios de bajos ingresos. De hecho, en un reciente estudio de varios países, el FMI concluyó que “el avance tecnológico, medido por el cambio a largo plazo en el precio relativo de los bienes de inversión, junto con la exposición inicial a la rutina, han sido los principales contribuyentes a la disminución de la participación del ingreso laboral en las economías avanzadas” (Dao et al. )

Al igual que durante la Revolución Industrial, los perdedores de la tecnología exigen cambios. … Si bien la respuesta política hasta ahora se ha centrado principalmente en la globalización y sus descontentos, muchos ciudadanos ahora también favorecen las políticas para frenar la revolución de los robots. Según una encuesta de Pew Research en 2017, el 85% de los encuestados en los EE. UU. Están a favor de políticas para restringir el uso de máquinas más allá del trabajo peligroso. Mientras tanto, las propuestas para imponer impuestos a los robots para reducir el ritmo de la automatización ahora figuran en el debate tanto en los EE. UU., Europa y Corea. En los Estados Unidos, Andrew Yang incluso ha convertido la automatización en el tema clave de su apuesta por la Casa Blanca en 2020. El impulso ludita podría regresar. …

Podríamos decir que estamos en medio de otra revolución en robótica e inteligencia artificial, que amenaza con hacer que muchos trabajos sean redundantes (Citi 2015, Frey y Osborne 2017). Y como hemos visto, tales tecnologías históricamente han provocado una resistencia generalizada. Si se bloquean las nuevas tecnologías porque algunas personas temen perder sus empleos, el crecimiento y la prosperidad a largo plazo sufrirán como consecuencia. La revolución industrial fue el comienzo de una transformación extraordinaria que benefició a todos a largo plazo. La robótica avanzada y la inteligencia artificial tienen el potencial de hacer lo mismo, pero cosechar los beneficios de las tecnologías en el horizonte requerirá administrar el corto plazo. Carl Benedikt Frey, Ebrahim Rahbari  Automation and its enemies, Nov. 2019.

Otra preocupación que ha ido en aumento son los daños al medio ambiente causados por la industrialización como la contaminación ambiental y el cambio climático asociado a la misma. La digitalización ya ha reducido la cantidad de papel que antes se consumía, evitando la tala de gran cantidad de árboles. La presente revolución tecnológica ya ha desarrollado y continúa desarrollando nuevas fuentes de energía limpia para el uso en las industrias y consumidores finales, sistemas de reciclaje, de reducción y eliminación segura de desechos, sistemas de reducción de consumo de energía, sistemas masivos de repoblación forestal, de limpieza de aire y aguas contaminadas, haciendo que las regulaciones sean cada día más exigentes para proteger el medio ambiente.

Hasta la alimentación como la conocemos ahora está siendo transformada. La preocupación por los efectos de la ganadería y las granjas avícolas ha dado lugar a la creación de imitaciones de carne de res y de pollo recientemente lanzadas al mercado.

A nivel mundial, el nivel educativo es más alto que nunca, pero existen notables diferencias en cuánto aprenden los niños en la escuela. En una nueva base de datos, que abarca 160 economías, se armonizan resultados de pruebas regionales e internacionales para calcular los años reales de escolarización que tienen los niños. El promedio de los puntajes de las pruebas oscila entre 600 de los países con el mejor desempeño y 300 de aquellos con el peor desempeño (con un puntaje de 400 como punto de referencia para un nivel de competencia mínimo). Las diferencias se deben a la salud y la nutrición deficientes de los niños en los países de ingreso más bajo, la menor cantidad de años en la escuela (alrededor de 260 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela en absoluto), el ausentismo docente, los profesores que no cumplen con normas de competencia, y la fragilidad, los conflictos y la violencia. La base de datos sobre aprendizaje forma parte del Proyecto de Capital Humano del Grupo Banco Mundial, que incluye una clasificación de los países de acuerdo con sus resultados en salud y educación.

En 2019 se prevé que el 70% de la economía mundial experimente una desaceleración en su crecimiento, lo que no quiere decir que vaya a caer en recesión. La verdad es que la economía mundial no crece permanentemente a una tasa estática, sino que hay años con mayor crecimiento que otros. En el siguiente gráfico se observan las variaciones en las tasas de crecimiento del PIB mundial, mostrando el comportamiento cíclico de las mismas. En el período 1961-2018, solamente en 1964, 1968, 1969 y 1973 hubo un crecimiento del 6% o un poco más y el último año con una tasa mayor de 5% fue 1976. Posterior a ese año, las mayores tasas apenas sobrepasan el 4%, más bien han promediado un 3%. El único año en que la economía mundial se contrajo (-1.7%) es 2009.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo ha tendido a eliminar progresivamente las barreras comerciales entre países lo que permitió un largo período de crecimiento económico en el mundo. La desaceleración del crecimiento de la economía mundial en 2018, a partir de la guerra de aranceles entre China y Estados Unidos, ha causado una reducción en las exportaciones de los principales países exportadores. La guerra comercial está incidiendo en una reducción de la producción industrial.

El Informe de competitividad global 2019 del Foro Económico Mundial indica que no todo es color de rosa y que persisten problemas en varios países para lograr erradicar el hambre y la pobreza.

El crecimiento económico sostenido sigue siendo la ruta más segura para salir de la pobreza y un motor central del desarrollo humano. Durante la última década, el crecimiento ha sido moderado y sigue siendo inferior al potencial en la mayoría de los países en desarrollo, lo que obstaculiza gravemente el progreso en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU. El panorama de competitividad de 2019 no es un buen augurio. Los países individuales, la comunidad de ayuda y todas las partes interesadas deben intensificar sus esfuerzos con urgencia. Los países individuales, la comunidad de ayuda y todas las partes interesadas deben intensificar sus esfuerzos con urgencia El mundo no está en camino de cumplir ninguno de los ODS. Los países menos adelantados han incumplido el objetivo de crecimiento del 7% cada año desde 2015. La reducción de la pobreza extrema se está desacelerando. 3.400 millones de personas, o el 46% de la población mundial, vivían con menos de $ 5.50 por día y luchaban por satisfacer las necesidades básicas. Después de años de disminución constante, el hambre ha aumentado y ahora afecta a 826 millones, o una de cada nueve personas, en comparación con 784 millones en 2015. Un total del 20% de la población de África está desnutrida. Es casi seguro que se perderá el objetivo de “hambre cero”. El índice muestra que hay poco determinismo y fatalismo en el proceso de desarrollo económico. El crecimiento económico no ocurre en el vacío. Se requieren algunos elementos básicos para impulsar el proceso de desarrollo, y se necesitan más para mantenerlo. En el contexto geopolítico volátil actual, y con una probable recesión por delante, la creación de resiliencia económica a través de una competitividad mejorada es crucial, especialmente para los países de bajos ingresos. Por lo tanto, a medida que las políticas monetarias comienzan a agotarse, es crucial que las economías confíen en la política fiscal y los incentivos públicos para impulsar la investigación y el desarrollo, mejorar la base de habilidades de la fuerza laboral actual y futura, desarrollar nuevas infraestructuras e integrar nuevas tecnologías. World Economic Forum. Informe de competitividad global 2019

Sin embargo, como hemos visto, las caídas en la producción se han producido en varias otras ocasiones y la economía vuelve a repuntar. Los expertos concuerdan en que las tendencias a mediano y largo plazo indican un crecimiento continuo.

En este artículo, escrito hace cinco años, Ben Carlson aporta importantes argumentos sobre la continuidad del crecimiento económico futuro y la mejora del nivel de vida de la población.

“La humanidad ahora está entrando en un período de transformación radical en el que la tecnología tiene el potencial de elevar significativamente los estándares básicos de vida para cada hombre, mujer y niño en el planeta”. – Peter Diamandis

Hay algunas personas bien educadas por ahí argumentando que el crecimiento económico en el futuro no podrá mantenerse al día con los promedios a los que nos hemos acostumbrado en el pasado.

Esto podría conducir a rendimientos mucho más bajos en los mercados financieros y a un menor nivel de vida. La desigualdad de riqueza continúa ampliando la brecha entre los que tienen y los que no tienen, creando aún más municiones para el desastre que se avecina.

Es fácil dejarse atrapar por esta línea de pensamiento porque generalmente los doctores que presentan el caso tienen modelos complejos y una narrativa para respaldar sus afirmaciones. En un futuro incierto, a veces es fácil pasar a una visión pesimista sobre hacia dónde se dirigen las cosas.

¿Qué pasa si las personas están subestimando el potencial del futuro crecimiento económico mundial y la innovación? Cualquiera que tenga un teléfono inteligente tiene mejores capacidades de telefonía móvil que el presidente de los EE. UU. Hace 25 años y un mejor acceso a la información que el presidente hace 15 años (piense en Google). Es imposible predecir lo que puede suceder cuando el crecimiento exponencial se afianza porque significa que las mejoras se desarrollan sobre sí mismas de manera muy similar al interés compuesto por los esteroides.  

Diamandis argumenta que la mayoría de las personas ni siquiera pueden comenzar a imaginar adónde nos llevará el progreso tecnológico continuo porque es difícil comprender el crecimiento exponencial. Y no en un futuro lejano dentro de cientos de años. Regreso al futuro II podría estar aquí antes de lo que pensamos. Él dice que para la década de 2030 podríamos ver grandes avances en todos nuestros problemas más importantes. Estos son algunos de los posibles solucionadores de problemas:

      • Fuentes baratas y amplias de energía reutilizable (solar)
      • Agricultura más inteligente (semillas genéticamente modificadas y carne cultivada a partir de células madre)
      • Tecnologías de robot (para conducir nuestros automóviles y cuidar a los ancianos)
      • Agua limpia en todo el mundo (sistemas portátiles de purificación de agua)
      • Mejor atención médica (los médicos usarán tecnologías de laboratorio en un chip para ejecutar cientos de diagnósticos en cuestión de minutos desde una gota de saliva o sangre a través de su teléfono inteligente)
      • Filantropía (busque la promesa de donación)
      • Dispositivos domésticos interconectados (todo con un enchufe será más eficiente y estará conectado mediante una dirección IP a través de Internet que puede controlar)
      • Educación para todos (aprenda en cualquier parte del mundo con acceso a Internet Wi-Fi)

Los beneficios de áreas como la educación mejorada también podrían conducir a una mayor libertad y democracia en los países opresivos, aunque esto podría llevar algún tiempo.

Pero si se cumple una fracción de lo que pronostica, esto podría significar (1) niveles de vida más altos en todo el mundo, (2) una creciente clase media de consumidores para comprar productos, ahorrar e invertir, y (3) tecnologías saliendo a la luz que una vez solo estaban reservadas para el cine.

Sin mencionar el hecho de que muchos de estos avances podrían ayudar a cerrar la brecha de la riqueza y sacar a miles de millones de personas de la pobreza (Muchos ven una situación en la que los ricos continúan enriqueciéndose con el progreso tecnológico, pero Diamondis argumenta que realmente tener un impacto mucho mayor en los pobres que en los ricos).

El punto es que nadie tiene idea de la forma del futuro, especialmente cuando se trata de pronosticar desarrollos económicos y tecnológicos. Elijo creer que las personas seguirán queriendo mejorar sus vidas, innovar, ser más inteligentes, ayudar a otros y mantener el motor de crecimiento en la dirección correcta. What if the Future is Better Than We Think? por Ben Carlson, 2014.

No en vano, renombrados economistas reconocen que el sistema de mercado y la libertad de los individuos para elegir qué producir, cómo producir y para quién producir es el único que ha podido crear riqueza y elevar el nivel de vida de las personas.

…”.soy liberal precisamente porque me interesa eliminar la pobreza del Tercer Mundo. Además de creer firmemente que la libertad de los individuos es el valor sobre el que deben fundamentarse la sociedad y la economía (la palabra liberal tiene el mismo origen etimológico que la palabra libertad), estoy profundamente convencido de que la libertad de elección individual dentro de la economía de mercado es un gran mecanismo, quizá el mejor mecanismo que jamás haya inventado el hombre, para crear riqueza y bienestar. Y la historia nos lo demuestra. Tal como dice el economista americano Paul Krugman, «el espíritu mercantil y el afán de lucro han hecho más para un gran número de gente pobre que toda la ayuda humanitaria y todos los créditos blandos concedidos por todos los gobiernos y todas las ONG del mundo a la vez».”  Xavier Sala i Martin. Economía liberal para no economistas y no liberales (2001)

Todas las sucesivas oleadas de cambios introducidos por las innovaciones tecnológicas han permitido la creación de más y más bienes y servicios, no solamente ampliando la cantidad producida y reduciendo los precios, sino también mejorando la calidad y características, pero también de productos nuevos y previamente inexistentes, para satisfacer las crecientes demandas de los consumidores, que aumentan en la medida en que aumentan sus ingresos.

Si hay un lugar donde la innovación tecnológica es la dinámica central de las actividades diarias ese es Silicon Valley en California. Estas son algunas de las impresiones de Moisés Naim durante su visita a Silicon Valley:

“Acabo de pasar unos días en Silicon Valley. Desde este valle de California emanan con frecuencia nuevas tecnologías que cambian la vida de millones de personas en todo el mundo. Estuve conversando con inventores, emprendedores e inversionistas, así como con los jefes de las empresas donde trabajan. Muchas de ellas generan cuantiosas ganancias y otras aún no, y quizá nunca lo hagan. Las más sorprendentes son aquellas que son adquiridas por montos enormes a pesar de que sus ingresos son relativamente bajos.

WhatsApp, fue creada en 1999 y contando con 55 empleados y 20 millones de dólares de ingresos en 2014 fue comprada por Facebook por 19 mil millones de dólares.

Una tendencia que se ha acelerado es la de empresas basadas en internet con enorme éxito y sin fines de lucro; sólo quieren hacer el bien. Una de las más destacadas es el Khan Academy, creada por Salman Khan, un joven emprendedor que está revolucionando la educación a escala mundial. Otro ejemplo lo aportan Vint Cerf, uno de los creadores de internet que junto con sus colegas renuncio a monetizar su creación.

Hablar de cambio en Silicon Valley resulta como hablar de pan en una panadería: es lo que allí se hace. De eso viven, sólo en eso piensen, ya eso dedican el inmenso talento que allí se concentra y la imaginable cantidad de dinero listo para apostar por las ideas más audaces.

Es la cultura inherente a Silicon Valley: la ambición, la búsqueda de grandes números de usuarios, la propensión al solucionismo, es decir, la suposición de que todo problema tiene solución y que muy probablemente esa solución implica el uso de internet. Es una cultura de jóvenes, de gente que viene de todas partes del mundo, donde lo que importa es lo que uno sabe o lo que uno puede inventar, no donde nació, su color de piel, su acento, cómo viste o quiénes son sus padres. Es la meritocracia más intensa que he visto. También es una cultura que desdeña al gobierno, las organizaciones jerárquicas y centralizadas. En cambio, venera la informalidad, la agilidad, la movilidad, la inteligencia y sobre todo la propensión al riesgo y, más correctamente el no tenerle miedo al fracaso.

Mientras que en otras culturas un fracaso deja una marca negativa e indeleble en la reputación de una persona, en Silicon Valley el fracaso es visto como un valioso aprendizaje que ayuda a evitar errores en el futuro. Cabe también destacar que Silicon Valley se podría llamar el valle de los hombres: el número de mujeres es sorprendentemente bajo.

En esta visita detecte algunos cambios. Hay más empresas, más tecnologías, más iniciativas, más incursión en nuevos sectores -de automóviles a energía exploración espacial-; hay más dinero disponible para la inversión y más ganas de tener clientes fuera de Estados Unidos.

Muchas de las compañías recién creadas son micro multinacionales: desde el inicio nacen con la ambición de operar mundialmente.

Otra tendencia que detecte es que, aunque no lo reconozcan, los gigantes se sienten inseguros. Google, Facebook y otra de las empresas más grandes sienten la presión de consumidores que se rebelan ante alguna de sus prácticas y de gobiernos dispuestos endurecer las regulaciones.

Finalmente ¿cuáles son las principales sorpresas que nos legará el Silicon Valley en los próximos años? Imposible saberlo. Pero me arriesgo a señalar tres sectores que aportan dan innovaciones muy transformadoras. Uno es el campo de la energía, dónde habrá interesantes inventos relacionados con el almacenamiento y la mejora de baterías de gran tamaño, así como tecnologías más limpias y menores costos.

El segundo es el “internet de las cosas”, es decir, la creciente interconexión de todo tipo de aparatos y objetos a través de red. Se espera que muy pronto internet esté conectando entre sí más objetos (desde electrodomésticos a reservas de farmacia) que personas. Un tercer sector es la salud: me llevé la impresión de que veremos interesantes avances en tecnologías que mejoran la calidad de vida de los ancianos y otras que aumenten drásticamente la eficiencia y abarata en la prestación de servicios médicos y hospitalarios. Y muchas más de la popularización del dinero virtual como el Bitcoin o la exploración del espacio o la proliferación de robots de todo tipo”. (Moisés Naim en “Repensar el mundo 111 sorpresas del siglo XXI”.

No hay duda de que el talento y el espíritu emprendedor, la meritocracia, la libertad individual y el desarrollo de las fuentes de financiamiento son los factores que han hecho posible lo que ocurre en Silicon Valley. Sin el entorno de una economía de mercado competitiva y un sistema político democrático, es imposible desarrollar esos factores.

Sin embargo, la presente revolución tecnológica también trae perdedores, particularmente las personas que se verán afectadas por la robotización, que combinada con la globalización afectará muchos de los trabajos actuales, fenómeno para el que Richard Baldwin acuña la palabra globótica. Este tema lo aborda en un artículo, del cual extraigo estos párrafos:

… Nuestra capacidad de recopilar, transmitir, almacenar y procesar información digital se duplica cada año más o menos, y esto, a su vez, está creando un nuevo tipo de globalización que es virtual, y un nuevo tipo de robot que puede pensar. 

La tecnología de ‘presencia virtual’ y la traducción automática instantánea permitirán a los extranjeros talentosos que se encuentran en el extranjero brindar servicios en nuestras oficinas y espacios de trabajo. Será casi como si estos trabajadores remotos estuvieran realmente allí con nosotros. Una forma de inteligencia artificial (IA) conocida como ‘aprendizaje automático’ es enseñar a las computadoras a automatizar tareas que involucran el reconocimiento de patrones basado en la experiencia, tareas que son comunes en trabajos profesionales, administrativos y de servicio. La parte de más rápido crecimiento del mercado de software empresarial, puede sorprenderse al aprender, es la automatización robótica de procesos (RPA), las aplicaciones que utilizan el aprendizaje automático para observar y luego copiar estas tareas.

Estos cambios desordenarán los trabajos del sector profesional y de servicios radicalmente más rápido que la globalización interrumpió el sector manufacturero. La globalización tradicional fue impulsada por un aumento en línea recta en nuestra capacidad de enviar mercancías. AI y RI pueden crecer exponencialmente. 

Nuestros cerebros, que evolucionaron para comprender un mundo a poca distancia, encuentran que el crecimiento exponencial es inverosímil. El crecimiento exponencial significa que cada paso es dos veces el tamaño del anterior. Si pudieras duplicar la longitud de tu zancada cada vez que das un paso, tu zancada 23 podría llevarte de Nueva York a Los Ángeles. 

Globotics avanza exponencialmente, debido a tres leyes digitales: la Ley de Moore, la Ley de Gilbert y la Ley de Metcalf (ver mi secuencia de blogs ). También es la razón por la que tantas personas no son conscientes de cuán revolucionarios serán los cambios o viven negando la rapidez con la que vendrán. 

La revolución globótica promete un futuro maravilloso. Todos podríamos prosperar en una sociedad más justa y más humana. El peligro radica en una reacción neoludita.

Con su ritmo y enfoque en el servicio y los trabajos profesionales, la globótica podría destruir los cimientos de la prosperidad de la clase media en América del Norte y Europa….

Muchos de estos trabajos están en los sectores que los ‘globots’ interrumpirán. Si millones de vidas caen en desorden y las comunidades se ven afectadas, probablemente no veremos una actitud de “mantener la calma y continuar”. Existe una gran posibilidad de que haya una reacción violenta. 

El desplazamiento de empleos será impulsado al ritmo de la tecnología digital, porque el desplazamiento de empleos es el modelo de negocio. El reemplazo de trabajo, por el contrario, está impulsado al ritmo del ingenio humano y el espíritu empresarial, que será mucho más lento.

Toda gran transformación crea triunfos para quienes pueden aprovechar las oportunidades y tragedias para quienes no pueden. Preparar a la sociedad para la agitación requiere una comprensión profunda de las fuerzas técnicas, económicas y políticas que configuran la globótica, ya que no habrá una receta universal para el éxito. Los cambios están llegando demasiado rápido y de muchas maneras para que funcione una fórmula única para todos. Las personas tendrán que pensar qué significa la globotics para su situación particular.

 Puedo pensar en tres principios:

    1. Las viejas reglas no funcionarán. La regla estándar para prosperar en la era de la globalización era obtener más habilidades. Esto no funcionará en la era de la globótica, porque los globots tienen muchas habilidades. 
    2. No compitas con los globots . Aléjese de las habilidades basadas en el reconocimiento de patrones basado en la experiencia y hacia tareas que requieren contacto frecuente y en persona, que los globots no pueden copiar. 
    3. Vea su humanidad como una ventaja, no una desventaja . Los humanos tienen ventajas únicas sobre los globots en cosas como conocimiento cultural local, juicio, empatía, intuición, creatividad y comprensión de interacciones complejas entre equipos de humanos. Con la preparación adecuada, deberíamos ser capaces de utilizar las funciones de aprendizaje rápido y ahorro de tiempo de globotics para hacernos más productivos a nosotros mismos y a nuestras empresas y responder mejor a las oportunidades y desafíos competitivos. Richard Baldwin. Sense and nonsense in the public discussion of the future of work. Nov. 2019.

Carl O. Pabo, fundador y presidente de Humanity 2050, además de reconocer que ha “mejorado claramente la vida diaria de la mayoría de la humanidad”, advierte en un artículo más reciente de la necesidad de abordar el desarrollo tecnológico con un enfoque integrador, dadas las externalidades y efectos negativos secundarios en el uso de algunas tecnologías. Dice:

En los últimos cientos de años, la ciencia y la tecnología, guiadas por la razón y el conocimiento, han mejorado claramente la vida diaria de la mayoría de la humanidad. Pero el progreso no es lineal. Cada avance produce algún tipo de interrupción y efectos secundarios que la sociedad lucha por abordar.

Por ejemplo, el proceso Haber-Bosch para la fijación artificial de nitrógeno aumentó los rendimientos agrícolas, pero ha provocado que las vías fluviales de todo el mundo se contaminen con la escorrentía debido al uso excesivo de algunos fertilizantes. Los clorofluorocarbonos, utilizados como refrigerantes, causaron el agujero de ozono, pero los esfuerzos para reemplazarlos dieron lugar a hidrofluorocarbonos , que son peligrosos gases de efecto invernadero. Y aunque los antibióticos han salvado cientos de millones de vidas, ahora se usan tan ampliamente que las cepas resistentes a los medicamentos se han convertido en un nuevo riesgo para la salud humana. Hay muchos más ejemplos de este tipo en todas las áreas de la ciencia y la tecnología. … Las empresas que desarrollan nuevas tecnologías, por ejemplo, deben evaluar y mitigar los riesgos en puntos clave de los procesos de investigación, desarrollo e implementación.

… La democracia y el capitalismo, junto con la ciencia moderna, han dado lugar a un notable florecimiento del pensamiento, la creatividad, la expresión y la invención, que ha consolidado la suposición de larga data de que el conocimiento, y las perspectivas de control humano de nuestro destino, aumentarían constantemente. Pero ahora hemos entrado en una fase en la que la complejidad creciente está creando un mundo que nadie entiende en detalle. … Este es un llamado a la acción global, digno de nuestras mentes más brillantes. Carl O. Pabo. Escapando de la trampa de la complejidad global. Enero 2020.

El Foro Económico Mundial ya está trabajando “para garantizar que las tecnologías nuevas y emergentes ayuden, no perjudiquen, a la humanidad”.

El Foro Económico Mundial fue el primero en llamar la atención del mundo sobre la Cuarta Revolución Industrial, el período actual de cambio sin precedentes impulsado por los rápidos avances tecnológicos. Las políticas, las normas y los reglamentos no han podido seguir el ritmo de la innovación, creando una creciente necesidad de llenar este vacío.

El Foro estableció el Centro para la Red de la Cuarta Revolución Industrial en 2017 para garantizar que las tecnologías nuevas y emergentes ayuden, no perjudiquen, a la humanidad en el futuro. Con sede en San Francisco, la red lanzó centros en China, India y Japón en  2018 y está estableciendo rápidamente Centros de afiliados administrados localmente en muchos países de todo el mundo.

La red global está trabajando en estrecha colaboración con socios del gobierno, las empresas, la academia y la sociedad civil para codiseñar y poner a prueba marcos ágiles para gobernar tecnologías nuevas y emergentes, incluida la inteligencia artificial (IA) , vehículos autónomosblockchainpolítica de datoscomercio digitaldronesinternet de las cosas (IoT)medicina de precisión e innovaciones ambientales. Briony Harris. Este es el mayor riesgo que enfrentamos con la IA, por el CEO de Google Sundar Pichai. Enero, 2020.

Confío en que las mentes brillantes continuarán creando novedosas formas de mejorar cada vez más el nivel de vida de los ciudadanos.  Lamentablemente, son unos pocos. Los muchos, la mayoría que solo espera a disfrutar de lo que los pocos hacen, podrían verse tentados a elegir lideres políticos y autoridades que poco o nada comprenden sobre cómo funciona el motor de las economías y estancar el progreso. con medidas insensatas.

Arturo J. Solórzano
Febrero, 2020