Desigualdad económica y desigualdad de ingresos

La desigualdad económica, inequidad económica, economía de la desigualdad o desigualdad de ingresos comprende todas las disparidades en la distribución de bienes e ingresos económicos, entre ellas muy especialmente la distribución de la renta que procede tanto del capital como del trabajo (brecha salarial). El término se refiere normalmente a la desigualdad entre individuos y grupos en el interior de una sociedad, pero también se puede referir a la desigualdad entre países. La desigualdad económica está relacionada con la idea de igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados.

Uno de los retos históricos actuales, ante el aumento histórico de las desigualdades, es establecer cuáles son las alternativas posibles para reducir la desigualdad cuando el nivel de desigualdad es excesivo y pone en riesgo la supervivencia de personas, sociedades y naciones.

Desigualdad Gini World Map

‘Desigualdad de económica o de ingresos’ dentro de cada país en el año 2013, medidas según el coeficiente de Gini: 0 corresponde a la perfecta igualdad (todos tienen la misma riqueza), y 1 la desigualdad perfecta (donde una persona poseería todo). Los países coloreados de rojo son los más desiguales y los de color verde los más igualitarios. En gris los países sin datos. Wikipedia

El nivel de desigualdad en un país es una dimensión importante de bienestar con importantes consecuencias para la capacidad de un país de reducir la pobreza. Aunque la desigualdad se utiliza en una gran variedad de contextos, las mediciones más comunes se refieren a la distribución del ingreso al interior de la población de un país. Esta es una dimensión importante del bienestar, ya que toma en consideración las diferencias en el ingreso al interior de toda la población, a diferencia de otros indicadores de bienestar que solo se enfocan en un grupo particular…

Desde el punto de vista de la riqueza, el mundo sigue siendo desigual. En los países de ingreso alto miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la riqueza per cápita es 52 veces mayor, medida a tipos de cambio de mercado, que la de los países de ingreso bajo.

En más de dos docenas de países la riqueza per cápita se redujo o se estancó. La disminución de la riqueza per cápita implica que pueden agotarse activos que son esenciales para generar futuros ingresos, un hecho que no siempre se ve reflejado en las cifras de crecimiento nacional del PIB. Esto incluyó varios países grandes de ingreso bajo, algunos países de Oriente Medio ricos en carbón y algunos países de ingreso alto miembros de la OCDE afectados por la crisis financiera de 2009.

En los países de ingreso bajo, la riqueza prácticamente se duplicó, registrándose un mayor aumento que el crecimiento promedio mundial de 66 %. Pero el alto aumento de la población en muchos países de ingreso bajo implica que, en esos países, la riqueza per cápita con frecuencia creció a un ritmo más lento que el promedio mundial. Esto es especialmente cierto en el caso de África al sur del Sahara, donde se ha avanzado poco en materia de riqueza per cápita desde 1995.

Riqueza mundial por grupos de ingreso

Banco Mundial.

A quién no le gusta la desigualdad

A los agentes de nuestro modelo les gusta el consumo pero no les gusta la desigualdad. Las personas pueden preferir la igualdad por varias razones. La igualdad ayuda a prevenir el crimen y preservar la estabilidad social. La desigualdad causa ansiedad de estado en todos los niveles de ingresos, lo que conduce a problemas sociales y de salud (Wilkinson y Pickett 2009, 2018). En las encuestas, las personas que enfrentan menos desigualdad informan que son más felices (por ejemplo, Morawetz et al. 1977, Alesina et al. 2004, Ferrer-i-Carbonell y Ramos 2014). Los resultados experimentales también apuntan a preferencias igualitarias (por ejemplo, Dawes et al. 2007).

Medimos la desigualdad por la varianza de las cuotas de consumo entre los agentes. Dados nuestros otros supuestos de modelado, el consumo de equilibrio desarrolla una distribución sesgada hacia la derecha entre los agentes. Como resultado, la desigualdad es impulsada por el alto consumo de los ricos en lugar del bajo consumo de los pobres. La aversión a la desigualdad refleja así la envidia hacia las élites económicas en lugar de la compasión por los pobres. Lubos Pastor, Pietro Veronesi. “A rational backlash against globalisation” (2018)

Ver el artículo principal: Desigualdad y Desarrollo Económico: Por qué la desigualdad es necesaria para reducir la pobreza.

Arturo J. Solórzano
Julio, 2020

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